De este agua no beberéRafael González

La vecindad, así como concepto

Me llega una especie de nota de prensa de unos airados vecinos que dicen ser representantes subsidiarios o comisarios vecinales del Distrito Sur de Córdoba. El concepto de nota de prensa es muy voluble incluso si proviene de un gabinete de comunicación, con su egresado o egresada al frente y sus faltas de ortografía y puntuación. Hay partidos políticos con aspiraciones de oposición perpetua que te mandan notas de prensa declarativas de principio a fin, con sus comillas de cabo a rabo. Un abuso del estilo indirecto, si fuera una entrevista. Y una apuesta segura para seguir en la oposición.

El caso es que los abajo firmantes declaran, muy enfadados y en perfecto español o española inclusivo e inclusiva, que los niños y las niñas de dicho distrito se quedan sin la 'Feria de la Educación y la Vecindad' porque el Ayuntamiento quiere que se incluyan a los colegios concertados y privados de la zona. Pero, ¿qué es una Feria de la Educación y la Vecindad?. En la nota de prensa – o similar- se señala que es el ‘culmen’ de un trabajo. Pero no de un trabajo cualquiera: «atender las necesidades detectadas, rentabilizando recursos y aprovechando las sinergias que se producen desde la acción colectiva. A través de las Comisiones de Trabajo del Foro de Educación Barrio Sureste (FEBS) se atienden temáticas y realidades concretas: Juventud, Huertos Escolares, Igualdad, Mayores, etc. de forma realmente inclusiva, con la participación de sus propias protagonistas, para favorecer una verdadera transformación social en relación con los derechos humanos, la convivencia, la solidaridad, la igualdad y todos aquellos valores deseables en una sociedad democrática» ¿Cómo se quedan? Gente que trabaja en la «verdadera transformación social». De asamblea en asamblea hasta el paraíso final.

Alegan los defensores de lo público que en años anteriores los colegios privados y concertados no han querido participar en dicho trabajo social. Igual estaban estudiando y tal, que es otro trabajo. El caso es que nuestros representantes vecinales y educativos se han enfadado y han decidido no llevar a cabo la feria de la vecindad, una vecindad cuyo concepto, para ellos, es matizable: solo es posible cuando el resto de vecinos son de una misma tribu. Cuando no, ahí no hay inclusividad que valga.

Y menos si vienen de los alumnos de los centros privados/concertados, esos futuros tiburones de Ferrovial.