A nuestros hijos en el día del padre
¿Cuándo os fuisteis?
Reviso las fotos de vuestra infancia
y recuerdo cómo jugábamos juntos,
cómo os contaba historias de piratas y de aventuras,
de desembarcos en la costa de nuestra imaginación.
Cómo soñábamos con todos los lugares a los que ir.
Uno a uno conservo en la memoria del alma vuestros abrazos,
vuestros besos, vuestras sonrisas y vuestros «te quiero».
Y aún percibo el olor de vuestra infancia,
carreras y paseos, playa y arena,
patios, flores, primavera de Córdoba.
Pero he olvidado el día en que dejasteis de ser niños.
Hoy, algo cansado, vuelvo al recuerdo,
y en él, solícito y agradecido,
el tiempo parece detenerse en una calle soleada, donde,
buscando la sombra,
vuestra mano aprieta la mía.
Un diálogo de silencio,
quietud sonora, melódica y sin estridencias.
Guitarra acústica en notas mayores,
como el amor de vuestra madre y el mío por vosotros.
Fdo.: Un padre.
PDA: Bajo tus alas protégenos, San Rafael.