De comienzo en comienzoElena Murillo

Actualización de la Semana Santa

«Cuando todo esté cumplido, esperaremos el triunfo»

Estamos viviendo una nueva Semana Santa, unos días que tienen como finalidad recordar la Pasión de Cristo desde su entrada mesiánica en Jerusalén, haciendo estos momentos actuales, originales, únicos. Ya hemos recorrido la primera parte. Han sido unos días espléndidos en los que se está observando el ansia de disfrute en los regueros de personas que inundan las calles para ver las procesiones, al tiempo que se va rematando la Cuaresma. Porque el Domingo de Ramos no representa el final de este tiempo litúrgico sino que la Cuaresma se extiende desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo a la hora de nona, es decir, a las cuatro de la tarde.

La celebración de la Misa Crismal, que presidía ayer el obispo en la Santa Iglesia Catedral, es el anticipo de la alegría de la Pascua. En ella se bendecían los sagrados óleos y el santo crisma; si va a llegar la Pascua, todo tiene que hacerse nuevo. También en este momento los presbíteros hacían la renovación de sus promesas sacerdotales.

Este tiempo ha servido para ir preparando la celebración del Triduo Pascual. No se puede quedar el deseo de estos días en la vivencia en las calles sino que hay que dar un paso más; habría que vivir la celebración sacramental y completarla con la alegría que presentan las cofradías, ayudarnos de la representación de los distintos momentos de la Pasión para así entender que no estamos ante un simple hecho cultural sino que participamos de una fiesta litúrgica muy importante. Sin ella no tendría razón de ser el movimiento cofrade.

Mañana la Iglesia se reunirá en una única misa en la que se conmemoran la eucaristía, el sacerdocio y el amor fraterno. La reserva eucarística y el silencio pondrán el punto y final a la celebración. Silencio que se prolongará en los monumentos que permiten contemplar la eucaristía de un modo más solemne, tabernáculos preparados de manera esplendorosa en iglesias y conventos. No dejemos de hacer esta visita que es alimento para el alma. Hay tiempo para todo; por tanto, los desfiles procesionales serán un complemento perfecto pero no lo único. Entendamos la importancia que tiene el acercamiento a los distintos misterios a través de las imágenes para comprender la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor y llenemos todo ello de contenido.

Cuando todo esté cumplido, esperaremos el triunfo. Cristo vence a la muerte y este hecho nos permite adorar a un Dios que está vivo. Que sean días felices y vividos con intensidad.