La culpa fue de Walt DisneyBlas Jesús Muñoz

La presión sobre su espalda

La número 2 ha evitado pronunciarse durante meses, pero ya hasta en su todavía partido le piden que lo aclare

Avanzan los días y la precampaña para las municipales que comenzó en enero, a base de comparecencias de corte propagandístico en cada localidad, aumenta en intensidad.

La vida política -salvo pequeños lapsos- se ha convertido en una eterna campaña en la que el postureo, las promesas y las acusaciones son el pan suyo de cada día, porque lo nuestro es otra cosa más mundana, como lo que cuesta pagar el gasoil, la luz, el gas y un litro de aceite a cinco euros estando de oferta.

Y, en ese páramo, cuando la fecha se acerca el concurso ya se convierte en el Benidorm Fest y, como en Eurovisión, las canciones son bastante ramplonas y hay algún participante estridente o extravagante, que nunca se sabe cuando va a saltar la liebre.

En esa vorágine, esta semana el alcalde de Córdoba ha comenzado a gotear los nombres de su candidatura a través de vídeos publicados en Facebook, loando a los que repiten y ensalzando al que, de momento, llega. A la hora en que se escribe esta columna solo hay seis nombres, más el del candidato a la reelección, siete, número cabalístico donde los haya.

Hoy, seguramente, se conocerán más y la expectación -para el que la tenga- está en varios nombres. Uno el de un consejero del Córdoba CF; otro, el de un exresponsable del partido a la derecha del PP; y otro con el que se ha especulado bastante es el de la actual número 2 del equipo de gobierno.

Todos esperan a que Isabel Albás se pronuncie o a que el candidato lo anuncie, pero la creencia de que la primera teniente de alcalde cambie el naranja por el azul es bastante firme. La número 2 ha evitado pronunciarse durante meses, pero ya hasta en su todavía partido le piden que lo aclare y que, si no va a seguir en Ciudadanos cumpla lo que dicen que prometió y se retire de la política.

La presión está no solo sobre la espalda de Albás, sino de todos los nombres que pueden aparecer en una lista de la que faltan por conocer bastantes, entre ellos los de los otros concejales de Cs y, como decíamos, el exresponsable del partido a la derecha de los populares.

Todo es tiempo y forma, y que sean los correctos no siempre son fáciles de conjugar. La cuestión de las explicaciones es otra cosa, casi nunca se dan y, en dos días, casi nadie se acordará de donde estuvieron y lo que dijeron. A fin de cuentas no es personal, solo política.