En los barrios está la verdad de otra época en la que, contra lo que pueda parecer, éramos más libres. Los niños salíamos a la calle a jugar en aquellos 80, ya fuera al fútbol, a hacer casas de cartón o a cualquier cosa que se ocurriera a lo largo de la tarde. Cuando llegaba la hora tu madre te llamaba desde la ventana y sacabas las rodillas hincadas en el terrizo y subías con prisa las escaleras.

Todo eso es, ahora, impensable, tanto como reproducir palabras por las que ahora te abrirían un proceso penal antes de que terminases de pronunciarlas. La libertad se respiraba en los barrios, en la mirada perdida en un horizonte lleno de posibilidades y a mi me tocó disfrutarlo, cuando llegué a Córdoba, en el Parque Figueroa.

El barrio que ideó Rafael de la Hoz, como ya expliqué hace unos meses tenía y tiene las calles con nombres de marinos y un cine llamado Almirante, donde me recorrió el asombro de Spielberg cuando vi Tiburón. Y, ahora, aquel edificio es un vestigio del tiempo que fue.

Cine AlmirantePSOE

Antonio Hurtado prometió que lo arreglaría y, esta semana, ha vuelto a reafirmarse en la entrevista que le realizaba González 'En clave electoral'. El candidato socialista prometió comprarlo (el Ayuntamiento) o expropiarlo, para rehabilitarlo y hacer del cine un espacio cultural, coincidiendo con el centenario del nacimiento de De la Hoz en 2024.

No sé si llegará a ser alcalde, pero sin duda si el que agarre el bastón de mando en junio se propone arreglar este espacio ya será un triunfo, no para viajar en el tiempo hacia el pasado, pero sí para hacer justicia a un barrio olvidado de la ciudad durante demasiadas décadas y hacer un guiño a aquella época en que, sin duda, éramos más libres.