La culpa fue de Walt DisneyBlas Jesús Muñoz

Cumpleaños en el día de la patrona

La festividad de la Natividad de la Virgen trajo, hace ahora siete años, un nuevo medio de comunicación a Córdoba, este desde el que les escribo. La Voz de Córdoba no era nueva en sí, pero sí recuperaba una antigua cabecera de comienzos del siglo XX.

Con su llegada se persiguió ofrecer a los lectores un espacio informativo que, además de veraz (como se le supone a cualquier medio), ofreciera una perspectiva basada en valores tan necesarios como la libertad, partiendo de la base del humanismo cristiano, que dio forma a la evolución social, cultural y religiosa a Occidente durante siglos.

Aquel 8 de septiembre de 2016 no fue una fecha elegida al azar. Ese era el día, el de la patrona de Córdoba, la Virgen de la Fuensanta, así como el de otras tantas imágenes que, en esa fecha celebran su día grande en numerosas localidades cordobesas.

Era una declaración de intenciones y, aun recuerdo aquella mañana, en el santuario de la Fuensanta con una sensación extraña, como en el quinto cumpleaños de este medio, cuando la Virgen de la Estrella era la primera imagen que veía en las calles de Córdoba tras un eterno año y medio de pandemia.

Siete años que han dado para mucho, crónicas, cofradías, fútbol y una actualidad cambiante, cuya deriva es cada vez más peligrosa por el tsunami -invisible para muchos- con que nos inunda una izquierda Woke, que no busca otra cosa que revertir nuestros valores para dejarnos huérfanos de toda nuestra moralidad.

Por eso, en este tiempo es cuando ese hace más necesario mantener los valores de La Voz, que desde hace casi un año se han aliado con los de El Debate. Mantenerlos es peligroso, pero nadie dijo que la verdad no tuviera un precio y, cuanto más difícil, más imprescindible contarla. Aunque no pocas veces, antes de escribir nos tengamos que encomendar a la Virgen para que nos de la fuerza que se precisa.