Mi cajón de sastreM. Ángeles Ramírez

¿Por qué nos cuesta tanto reconocer lo patrio?

Hace una semana, Juana Martín presentaba en la Semana de la Alta Costura parisina su nueva colección ‘La Rosée’, inspirada en el cuadro ‘La primavera, de Julio Romero de Torres. En sus reconocimientos, la diseñadora ha dado las gracias a una bebida que habla galego, la Diputación de Málaga, varias empresas sevillanas y, sólo, a una de Córdoba. Ningún organismo o entidad de la ciudad o la provincia a la vista. ¿Y por qué?

La cordobesa ha elevado a Andalucía, Córdoba y su artesanía hasta el Haute Couture y comparte cartel con grandes como Dior, Schiaparelli, Chanel, Valentino y mi adorado (acá diseñador favorito), Elie Saab. La Alta Costura se rinde ante ella, con permiso de Balenciaga. Cual serie biopic, por cierto, en la plataforma para niños es un imprescindible para tod@s aquellos que aman la moda. Pero la moda, no ir de compras a Inditex.

Y, lo cierto, es que algo ocurre con este sector aquí. Todos deben salir fuera, hasta los diseñadores de flamenca a los que tampoco se les da su espacio. Me consuela, pero poco, muy poco, que el próximo 6 de febrero haya una mesa redonda que apuesta por la moda cordobesa, alguna firma fast fashion, pero algo parece que está cambiando.

Aunque, si bien es cierto, no valorar lo nuestro no es sólo cosa de cordobeses, sino que parece que nos lo dan con el carnet de español. Por supuesto, esta regla no se aplica cuando hablamos de deporte que, ahí, somos todos de Fernando Alonso, Rafa Nadal o Álvaro Morata. En esas situaciones, entonamos muy bien el ‘We are the Champion’. Es algo que ocurre en otros espacios de la cultura y el arte, como en el cine. Y no me refiero a Elsa Pataki, aunque ella sí que triunfó con Chris y su apellido impronunciable. Ojalá mas pronto que tarde se reconozca y se apoye más, y mejor.