Laissez faireAntonio Prieto Mahedero

Mi Pasión Infinita

Hoy el sueño de ser grandes, de llenar el estadio, de llevar en volandas a los jugadores, que aquellos 3.000 incondicionales sentían desde el viejo estadio ribereño, es una realidad

Coincido con Rafa Navarro en que el deseado e inesperado ascenso a Segunda del CCF en Cartagena de 1999 «fue un antes y un después en todo lo que ha sucedido luego». Acierta el banda izquierdo cordobés, con cuyos centros vibré en aquellos 90, en que ese hito de la historia del cordobesismo supuso el cambio de rumbo para superar «los 3.000 de siempre» del Arcángel. Algunos éramos muy niños para recordar la Primera División de los 60 y 70.

El nuevo ascenso en Huesca, años después, precedido de la incorporación de jóvenes y excelentes profesionales en la gestión de la marca CCF bajo el liderazgo del mejor presidente de nuestro Córdoba, Don Rafael Campanero, cimentó lo que hoy es la Pasión Infinita blanquiverde que durante las últimas semanas hemos podido vivir y disfrutar en calles, balcones, redes sociales, fan zone y , sobre todo, en los recientes partidos de liga de nuestro Córdoba.

Como grita la hinchada cuando las cosas tornan feas, y así han pintado en las últimas temporadas, «pasan los años, pasan los jugadores. La directiva mañana ya no está. Queda el club, queda la camiseta» Aquí, por pasar, lo hemos hecho hasta de una sociedad anónima de capital madrileño a otra del Golfo Pérsico, unidad productiva de por medio. Para que nos hablen a los cordobeses de innovación.

Y sí que ha calado la camiseta en los cordobesistas. En el colorido del «Reino» y la ciudad este domingo, he podido comprobar cómo ha sido imposible conseguir una elástica del CCF en las tiendas de la capital.

Hoy el sueño de ser grandes, de llenar el estadio, de llevar en volandas a los jugadores, que aquellos 3.000 incondicionales sentían desde el viejo estadio ribereño, es una realidad. Ya no tenemos que envidiar, pase lo que pase, a ninguna afición: ni cadistas, ni béticos o a la hinchada malaguista que ayer disfrutaba con su ascenso a segunda.

El resultado al final depende de que «la redonda entre» que diría el gran Alfredo Di Stefano, pero se gane o se pierda la afición del Córdoba es de primera. Y este domingo la pelota entró y el CCF eliminó a todo un filial del Barça. Y hoy volvemos a estar en Liga Profesional.

Como canta el cordobesismo volvimos a “tocar el cielo de Tendillas “ . Ahora a disfrutar de la categoría de plata y seguir creciendo deportivamente para aspirar a más. “Grande mi CCF, grande mi Pasión Infinita “.