Conversaciones del pueblo llano
Es como si el rico del pueblo reclamara más dinero para él porque es el que más paga
«Tiene tela esto de Sánchez. Los más entendidos dicen que hay que ser un poco déspota y bastante marrullero para castigarnos cada verano con sus caprichos. El año pasado nos metió el miedo en el cuerpo, con aquello de la derecha y la extrema derecha, para que le diéramos su voto en plena canícula. Y este año nos da la tabarra, en pleno agosto, con esos tratos que se trae con los separatistas catalanes».
«Pues yo he oído, de personas entendidas y algunas emisoras de radio, que lo que va a darle a los catalanes es más dinero a cambio de sus votos. Y que para eso, el resto del fondo común a repartir entre los demás será más bajo. Precisamente un amigo me ha dicho que eso es como si el rico del pueblo reclamara más dinero para él porque es el que más paga. O sea, que los ricos quieren ser más ricos todavía, a costa de los pobres que lo serán aún más».
«Esta mañana ha dicho la radio que es mentira eso de que Cataluña recibe menos, que lo que cobra por habitante es la media de lo que cobra el resto de españoles. Y que los que cobran menos por habitante son Murcia, Valencia, Andalucía y Castilla La Mancha. Creo que es un informe de un órgano importante, FEDEA me parece que se llama».
«A mi me parece que este cuento hay que ir acabándolo de una vez. Porque es que, según le oí a un chico del pueblo bien estudiado, el separatismo de vascos y catalanes es la trampa que nos tienden para sacar ventajas del resto. Dice que nunca han sido independientes y que lo que alegan son privilegios de los nobles y señoríos feudales que desaparecieron hace siglos de toda Europa».
«Si, pero parece que les funciona. No quieren la independencia, lo que quieren es aprovecharse de los demás. Hasta con Franco fueron unos privilegiados. Cuando los planes de desarrollo franquistas colocaron a España como novena potencia económica mundial. Mi hijo, que como sabes fue buen estudiante y está bien situado en Madrid, me ha dicho que la inversión de esos planes fue beneficiosa para Cataluña, donde se invirtió el 40 %, en el País Vasco, el 20 %, en Madrid otro 20 % y el restante 20 % fueron las migajas a repartir entre el resto de regiones españolas».
«Por eso creo que ya está bien de tanto cuento. Si quieren irse que se vayan, pero beneficios ni uno más. Dicen que la mayoría no quiere la independencia, pero me parece que su silencio ante tanto desprecio no estaría de más que se acabara. Y a Sánchez y a los socialistas que están bajándose los pantalones por mantenerse en el poder, tendremos que pedirles cuentas más pronto que tarde».
«Sí, porque ese cuento de la convivencia se está convirtiendo en una continua ofensa a nuestra dignidad. Mucho dar satisfacción a las reclamaciones catalanas, pero mientras allí todas las capitales están conectadas por el AVE, a Extremadura aún no ha llegado un tren digno, la Costa del Sol no está conectada por ferrocarril y el primer puerto de mercancías, el de Algeciras, no cuenta con red ferroviaria. Y la izquierda andaluza aplaudiendo a Sánchez… Hay que tener poca vergüenza». Porque, además, sus cotizaciones no llegan y hemos de pagar gran parte de sus pensiones.
«Bueno, ¿pues sabes lo que te digo? Que ni federación catalana, ni confederación vasca ni puñetas. Que hasta aquí hemos llegado. Si hubiera un tío como debiera haber al frente de España, aceptaría el desafío con todas sus consecuencias. Si no quieren ser como los demás, la puerta está abierta. Fuera de España y fuera también, por tanto, de la Unión Europea. Y todos sus productos gravados con tasas y aranceles. Se acabó el cuento».
«Pues la verdad es que sí, porque ellos quieren la parte buena de la teta, para seguir gozando de las ventajas de España y Europa. Y con ellos que se vaya Sánchez, que puede ser Lendakari o presidente de la Generalitat. Y que se lleve como embajador especial a Zapatero, para entenderse mejor con sus nuevos socios chavistas y el Grupo de Puebla».