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Un reconocimiento a la fe y el compromiso cofrade

El corazón de Córdoba latió el pasado jueves al compás de la fe y la tradición durante la gala de entrega de los Premios Gota a Gota de Pasión 2024. Un encuentro que, bajo el cobijo imponente del Patio de los Naranjos de la Mezquita Catedral, reconoció la labor de aquellos que, a través de sus hermandades y cofradías, mantienen viva la llama de la devoción popular y el servicio a la comunidad.

La Fundación Cajasol y el Cabildo Catedral, con la colaboración de La Voz de Córdoba, han hecho de esta gala un referente de reconocimiento a la excelencia cofrade. No es solo una noche para celebrar logros estéticos o de organización, sino un tributo a los valores que impregnan la vida de las hermandades: caridad, fe, y una profunda conexión con la sociedad. Esos mismos valores fueron exaltados por el obispo Demetrio Fernández, al destacar el rol de las cofradías como «una riqueza de fe y de transmisión de fe». Y es que estas hermandades no solo procesionan en Semana Santa, sino que extienden su servicio durante todo el año, como agentes transformadores y de esperanza en una sociedad cada vez más desconectada de sus raíces espirituales.

El acto también ha sido un recordatorio de la perenne relevancia de la Iglesia y de los sentimientos religiosos en la vida pública, como bien señalaron el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes. En un contexto en el que el respeto a la religión parece tambalearse, estas palabras resuenan como una llamada a proteger y respetar las creencias que han moldeado no solo la espiritualidad, sino también la identidad de nuestra sociedad. Uno de los aspectos más elogiados durante la gala fue la capacidad de las hermandades para ir más allá de la fe y proyectarse en diversas áreas de la vida social. Desde la caridad y la acción pastoral hasta la preservación del patrimonio cultural, cada cofradía aporta su grano de arena a un mosaico de compromiso cívico y espiritual. En palabras del consejero de Justicia y Administración Pública, José Antonio Nieto, «la fe es la que permite que todo lo demás tenga valor».

Este evento pone de manifiesto que el mundo cofrade no es solo una expresión de devoción religiosa, sino también un motor de cultura, caridad y compromiso social. Como señaló el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, las hermandades son «el fruto del proyecto colectivo y la suma de muchas personas comprometidas con la sociedad». A través de este reconocimiento, se ensalza una tradición que no solo persiste, sino que se adapta y sigue transformando la vida de Córdoba.

La Gala Gota a Gota de Pasión 2024 no solo ha celebrado la excelencia cofrade, sino que ha reafirmado el profundo impacto de las hermandades en la vida de Córdoba. Estas no son simples procesiones, sino manifestaciones vivas de una comunidad que encuentra en la fe y el servicio su razón de ser. Una tradición vibrante y comprometida, que sigue siendo un pilar esencial en la sociedad cordobesa.