Córdoba, una ciudad cuya historia y belleza ya son de sobra conocidas, ha logrado superar las expectativas en el XVII Congreso de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM). La capital cordobesa ha dejado una marca indeleble en la memoria de alcaldes, cargos públicos y técnicos de 65 ciudades alrededor del mundo, quienes han visto mucho más que los tópicos habituales de esta tierra.
El congreso, que durante cuatro días ha transformado a Córdoba en el centro de atención global, no solo ha sido un escaparate de su monumentalidad y riqueza histórica, sino también un escenario para demostrar su capacidad de liderazgo en cuestiones urbanas y patrimoniales. La ciudad se ha convertido en un referente cultural y, por momentos, en el corazón de la reflexión sobre los desafíos globales que enfrentan las ciudades históricas.
El alcalde de Quebec y presidente de la OCPM, Bruno Marchand, ha sido uno de los más efusivos al expresar su gratitud y admiración. Un congreso que comenzó con la 'Novena Sinfonía' de Beethoven a cargo de la Orquesta de Córdoba en la incomparable Mezquita-Catedral, un privilegio del que pocas ciudades pueden presumir. Y aunque las jornadas no se diseñaron con el objetivo del turismo, los visitantes pudieron experimentar una Córdoba que los deslumbró con sus monumentos y su gastronomía, una experiencia que va más allá de lo tangible.
Pero lo más importante es que los participantes han debatido sobre el futuro de las ciudades patrimoniales, abordando ejes cruciales como la recalificación del hábitat, la transformación de la movilidad, la regeneración del entorno urbano y la necesidad urgente de refrescar las ciudades ante los retos climáticos. De este trabajo ha surgido la Declaración de Córdoba, una guía que marcará el camino de las ciudades patrimonio en los próximos años.
El reconocimiento a Córdoba no ha terminado ahí. La ciudad ha logrado un lugar en el consejo de administración de la OCPM, un logro que habla del prestigio que ha ganado durante estos días. Con 53 votos a su favor, se ha asegurado un puesto entre las decisiones más importantes que marcarán el futuro de la organización. La elección fue vista como un reflejo del liderazgo del alcalde José María Bellido, cuya gestión ha sido reconocida por su capacidad de trabajar de manera eficaz y en beneficio de la ciudadanía.
Córdoba, con su historia milenaria, su patrimonio inigualable y su capacidad para liderar debates globales, ha demostrado que es mucho más que un destino turístico. Es un faro cultural y político, un referente que, a partir de este congreso, seguirá marcando el rumbo de las ciudades patrimonio en el mundo.