El Festival de las Actividades Paralelas
En cada evento cultural de Córdoba hay tantas actividades paralelas que desconozco el motivo por el que algún grupo local, de los que pululan ofreciendo homenajes a la música de los 80, no ha rememorado también los nombres característicos de aquella década y se ha llamado ‘Rafaé y las actividades paralelas’. Y es que mírelo. Ahí lo tenemos. Empezamos la primera edición. Vamos a llamarlo I Festival del Perol Contemporáneo. Semejante actividad aúna cocina y tradiciones en torno al arroz en el campo, pero trayendo nuevas perspectivas que parten del mundo del arte, la poesía, el graffiti e incluso las nuevas tendencias relacionadas con la inteligencia artificial. El número central lo constituye un perol realizado a dúo por parte de nuestros estrellas Michelín, Kisko García y Paco Morales, en una estructura multisensorial situada en el Alcázar de los Reyes Cristianos. Videopoetas y performances locales ejecutan a continuación un cucharón y paso atrás inclusivo que representa las heridas primordiales del planeta.
Pues bien, este festival cuenta en su I edición con diez peroles. En la II con ocho peroles y un ciclo de conferencias. En la III con siete peroles, ciclo de conferencias y cuatro exposiciones. En la IV con cinco peroles, ciclo de conferencias, cuatro exposiciones, visitas guiadas, sesiones de dj, conciertos y actividades en los colegios. En la V, el festival empieza un mes antes en la ciudad murciana de Calasparra, con objeto de que se produzca un hermanamiento en torno a la Denominación de Origen de su arroz, durante 30 días habrá actividades en toda la provincia de Córdoba, y cuando empiece el festival, ya reducido a cuatro peroles, se habrá contado con otra semana previa en la capital gracias a un encuentro de artistas con apnea del sueño. El resto serán el ciclo de conferencias, actividades infantiles, exposiciones, talleres de decoración de peroles, malabares con peroles, ciclo de videopoesía, I Congreso sobre cereales en terrenos inundables en el Jardín Botánico, instalaciones urbanas, I Congreso ‘mujeres rurales y granos ovales’ en la Universidad, esculturas efímeras peroleras, I Congreso intercultural del sofrito global, showcookings urbanos, mercado de arroces del mundo en las Palmeras, videoarte proyectado en los principales monumentos y un concierto del Hombre Gancho reunido para la ocasión. Todo ello aderezado por 150 dj’s que llegan a la ciudad en zepelín y una veintena de afamados cocineros modernos que lo hacen por la vía convencional. En concreto por la del AVE.
Como los bolsones llenos de oruguitas procesionarias que infestan a los pinos en otoño, las actividades paralelas van llenando el tronco de los eventos culturales, a modo de plaga, siempre adelante y siempre indestructibles, alimentándose de un árbol cada vez más menguado. La imitación sin base, la inercia irreflexiva, el gusto por las sensaciones novedosas, la escasa confianza en la esencia de cada evento cultural, la imaginación confundida con la cantidad y, sobre todo, un uso espurio del dinero público, que teje una telaraña de subvenciones para las llamadas a sí mismas personas de la cultura, hacen el resto. Es la burbuja de las actividades paralelas. Una llamada a sí misma persona de la cultura puede cruzar España sin tocar el suelo a bordo de las lianas que surgen de las actividades paralelas.
Sería quizá conveniente reunirlas a todas, a cada una de las actividades paralelas de cada actividad cultural en Córdoba, en torno a un verdadero Festival de las Actividades Paralelas. Nada en ese evento es central o mollar, todo es paralelo y procedente del resto, que así, por fin, quedaría despejado, convenientemente podado, limpio y claro para disfrutarlo: tal y como fue concebido en su idea original.
- Pueh yo lo que había pensao e hasé ahtividade convergenteh, divergenteh, secanteh y perpendiculareh ademáh de la paralelah.
- No, si ya me lo imaginaba yo.