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Un impulso conjunto hacia el turismo de calidad

La inminente participación de Córdoba —tanto capital como provincia— en Fitur 2025 se ha presentado esta semana como ejemplo de coordinación institucional y visión estratégica compartida. De las palabras del alcalde, José María Bellido, y del presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, se desprende un mensaje unánime: Córdoba se prepara para desplegar todos sus encantos, desde el patrimonio cultural único en el mundo hasta su envidiable riqueza gastronómica. Y lo hace unida, «de igual a igual», con la clara convicción de que la oferta conjunta es más fuerte y atractiva.

El turismo sigue demostrando ser un pilar fundamental para la creación de empleo y el desarrollo socioeconómico de Córdoba. Aun así, no se trata únicamente de aumentar cifras: la apuesta esencial es por un turismo de calidad, que cuide de la identidad local y favorezca la profesionalización del sector. La formación de nuevas generaciones y la implicación de empresas del sector privado van de la mano con la intención de reforzar la marca «Córdoba» dentro y fuera de nuestras fronteras.

Uno de los grandes retos vuelve a ser el de elevar el número de pernoctaciones. Lograr que los visitantes no solo hagan una parada breve para contemplar la Mezquita-Catedral, sino que exploren la pluralidad de paisajes, el sinfín de actividades culturales y el bagaje histórico que puebla cada rincón de la capital y de los municipios. Para ello, se pone el foco en calendarios culturales, rutas gastronómicas —con especial hincapié este año en las tabernas históricas— y paquetes turísticos de al menos tres días y dos noches. La experiencia así diseñada no sólo invitaría a pasar más tiempo en el destino, sino que elevaría el valor añadido de la propuesta.

La conectividad, clave para cualquier destino que aspire a brillar en el panorama internacional, centra otra parte de los esfuerzos. Con una ampliada oferta de alta velocidad ferroviaria y la cercanía del puerto de Málaga, el aeropuerto de Córdoba asoma ahora como un objetivo prioritario para afianzar vuelos regulares y ampliar las opciones de llegada a la provincia. Es un propósito que, bien gestionado, podría catapultar a Córdoba a un nivel de competitividad muy superior, equiparándola a otros referentes turísticos nacionales.

Por último, la apuesta conjunta por espacios compartidos en ferias —como el stand de Andalucía— aunque no exento de críticas, denota la madurez de un proyecto que trasciende siglas y colores políticos para enfocarse en el bien común: atraer a un público global, fortalecer un sector en pleno crecimiento y consolidar a Córdoba como un destino integral, diverso y con propuestas para todos los gustos. Solo así, con un trabajo coordinado y con la vista puesta en la calidad y la identidad, la provincia y la capital lograrán convertir cada visita en una experiencia inolvidable y, a largo plazo, sostener un modelo turístico que beneficie a toda la sociedad cordobesa.