Al tenazónRafael del Campo

No me creo nada de esta gente

En estos días en que llueve con intensidad, abundancia y con toda decisión; en estos días en que aparece en el horizonte un racimillo de nubes desmelenadas y ya sabes que, en poco rato, se harán masa negra y que descargarán con violencia; en estos días en que pasas por cualquier acerado, cualquiera señor Alcalde, y pisas la loseta mal sellada y el suelo te escupe un surtidor de aguas y deja un chafarrinón sucio en tu pantalón; en estos días en que los políticos se aprudencian hasta la obsesión previendo riadas y tragedias; en este día en que hasta los más lamentosos agricultores y ganaderos de nuestra tierra dicen que a lo mejor está lloviendo ya demasiado; en estos días en que los pantanos que hizo el Jefe del Estado anterior al anterior Jefe del Estado embalsan agua y acopian reservas para cuando sea menester……. ( Y es que era muy previsor el Jefe del Estado anterior al anterior Jefe del Estado )

En estos días, mitad aburrido, mitad suspicaz, me he dado un “ voltio “ por las redes y he buscado las previsiones climatológicas que hace unos meses, dos o tres, no más, los sabios aventuraban para este invierno. Y , ¡¡ sorpresa !!: anticipaban mucha escasez de agua, mucha miseria hídrica, mucha ruina, que, lógicamente, se atribuía al cambio climático. O sea, avisaban de la pertinaz sequía. La misma pertinaz sequía de la que se lamentaba hace muchas décadas, cuando todavía no había cambio climático, el Jefe del Estado anterior al anterior Jefe del Estado.

En estos días y con esos antecedentes me acuerdo de la sabias gentes de campo que he tenido la suerte de tratar a lo largo de la vida: pastores, labradores, acemileros….gentes que van de frente, gentes de pocas palabras, pero exactas y bien medidas…Para ellos, los ciclos se repiten y todo lo que ha pasado volverá a pasar de nuevo. Más pronto, más tarde, pero volverá a pasar. Me dicen que hay escasas novedades en esto del trascurrir del tiempo. Los ríos siempre se han desbordado, sequia siempre hubo, también periodos de lluvia…y tiempos cálidos o periodos muy fríos…. Que siempre que ha llovido, ha dejado de llover. Que el frío llegará, porque « al frío no se lo come el lobo» , que el verano será tórrido porque hay “ nueve meses de invierno y tres de infierno “ …En resumen : algo así como el “ Eterno retorno “ de Nietzsche, pero dicho de forma que se entienda y aplicado a la vida cotidiana.

En estos días, rastreadas las fallidas predicciones de los sabios y comparadas con la realidad me digo : no creo nada de las redes sociales, de los políticos, de la instituciones, de los medios de comunicación….Porque se contradicen constantemente, porque quieren meternos mil miedos para tenernos manipulados…y porque tengo dos ojos en la cara y algunas neuronas (si bien no demasiadas ) en el cerebro, que me demuestran sus aviesas intenciones . Y porque me dicen cosas tan estúpidas, que no puedo creerme por mucho que las reiteren: no puedo creerme , por mucho que lo repitan, que las ventosidades de la vacas destruyan el medio ambiente; no puedo creerme, por mucho que lo repitan, que si los cazadores disparamos munición de plomo , el coeficiente intelectual de los niños se reducirá; en fin, memeces varias que nadie en su sano juicio puede creer.

En unos días llegará la primavera con sus nuevas leyes y su eclosión de vida. Y en su potencia genial sí confío. Todo entonces será nuevo y la creación explosionará indiferente a las amenazas del tan manido cambio climático. La observación la naturaleza nos hará percibir el lenguaje apabullante de la vida, su fuerza ingobernable, su belleza, y sobre todo su luz, una luz que nos ilumina por dentro y por fuera, y seremos arrollados por la fuerza ingobernable de una creación ante la que naufragan bulos, mentiras y manipulaciones. Entonces, como siempre que la razón humana es insuficiente para expresarse, sólo nos quedarán la poesía, el silencio, y la luz. Y la observación. Y algo de sentido común.

La luz nombra las cosas, los objetos queridos

los íntimos paisajes donde el hombre aun habita,

la memoria cautiva de flores en la hierba

el cimbreo lejano de un pájaro en la adelfa.

Hay algo metafísico en la luz : da la vida

y transforma la imagen de cualquier apariencia.

Hace que sea todo lo que antes fue nada

y entona el martilleo de una lejana rima

A la luz del silencio todo tiene su brillo:

el color esclarece la belleza escondida

y las cosas penetran con todo sus sentidos

y un rostro amable deja temblores en el alma

Si todo fuera hermoso, como en la primavera

todo será cierto, como en la primavera.

Y a pesar de todo, los bulos seguirán. Confiemos en que no nos contaminen con su oscuridad…