La culpa fue de Walt DisneyBlas Jesús Muñoz

La sombra de la derrota para cuatro alcaldes

En Puente Genil, el asunto no anda mejor para Morales, que ha estado a punto de ahogarse en plena sequía por su gestión del agua

La cuenta atrás ya ha comenzado y resta apenas medio año para que en todo el país se encamine la gente hacia las urnas. Será por las elecciones municipales (y algunas regionales), donde se dirima quiénes serán los alcaldes, en principio, hasta 2027.

En el caso del PSOE, tanto los actuales regidores como muchos presidentes autonómicos intentan sacudirse la sombra de Pedro Sánchez y la impopularidad que se le presume, aunque el ya se vea cómo será recordado. Y es que mientras el presidente del Gobierno no hace sino acumular malestares allá por donde va (ejemplo en los actos con público cautivo para evitar el abucheo), a muchos socialistas no les llega la camisa al cuello (las floreadas de Antonio Hurtado son caso aparte).

En ese nutrido grupo de quienes quieren hacer ver que son el PSOE de siempre (el de la mesura y el riego de subvenciones) los hay de todos los tipos (y todos tragan y ninguno se va, aunque en sus territorios disimulen). En la provincia de Córdoba hay cuatro que pueden ver peligrar su bastón de mando.

En concreto ya se sabe que en el big four de la provincia (Palma del Río, Puente Genil, Lucena y Montilla) repetirán candidatura Esperanza Caro de la Barrera, Esteban Morales, Juan Pérez y Rafael Llamas. Y todos, con los resultados en la mano de las pasadas autonómicas, perderían hasta las siglas del partido, aunque no son lo mismo unos comicios que otros.

Pero esa sombra de la derrota va más allá y todos atesoran sus sombras particulares. Eso sí, unos más que otros. En Palma del Río hay fuentes que auguran un cambio de régimen y, por ende, el fin del monográfico socialista. La plaza no es baladí y a su alcaldesa se le podría quedar la cara pintada, como hizo con los carriles bici a los que echó una mano de Titanlux sobre la acera.

En Puente Genil, el asunto no anda mejor para Morales, que ha estado a punto de ahogarse en plena sequía por su gestión del agua, en la localidad y en la provincia. Además, se presenta cuando hace medio año era candidato al Parlamento. Si hubiera salido se hubiera ido del Consistorio. No obtuvo los votos y, cosas de la vida, ahora quiere repetir en el pueblo del que se quiso ir.

Los casos de Lucena y Montilla son menos desfovarables, aunque habrá que ver el auge de PP y Vox en la primera y el posible desgaste de Llamas en la segunda. Pero, como todo, aunque no digan, van a ser seis meses tensos, muy tensos.