Turismo
Fuentes advierte del perjuicio para el turismo con el alarmismo de las temperaturas
El presidente de la Diputación asegura que «nos hace mucho daño tanta información de temperaturas tan altas»
Llegar a los 40 grados en el verano cordobés es algo habitual, que se remonta siglos atrás, pese a que cada vez esos registros se vistan con mapas que han pasado del rojo al morado y con avisos de todos los colores por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que a partir de los 35 grados ya da la alerta amarilla.
El calor es a Córdoba lo que el frío a Moscú, pero esa reiteración de alarmas podría resultar perjudicial para el turismo en la provincia. Así lo ha considerado el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, durante la presentación de la participación de Córdoba en la edición de 2024 de Fitur.
Fuentes ha explicado que, a nivel turístico en la provincia, «los meses potentes son los del otoño (septiembre, octubre, noviembre y diciembre) “, a la par que ha subrayado que “no podemos cerrar la provincia en verano. “Tenemos que abrir la provincia también» en dicho periodo estival, ha insistido.
Al hilo de ello, el máximo responsable provincial ha reconocido que «nos hace mucho daño tanta información de temperaturas tan altas y tenemos que contrarrestarlas, pero -ha reiterado- no podemos cerrar en verano la provincia de Córdoba». Por lo que ha abogado porque «hay que profundizar y abrir posibilidades y alternativas».
Fórmulas
Asimismo, Fuentes ha señalado que «las temperaturas altas nos crean mucha información negativa: le estamos diciendo a la gente que no se puede estar aquí porque tenemos 50 grados y se van a la playa». En consecuencia, «tenemos que buscar fórmulas más atractivas, a través del turismo de naturaleza», por ejemplo. Y ha puntualizado que, «en la provincia las temperaturas no son tan altas y la diferencia puede variar (en algunos lugares de la misma) entre diez y doce grados». Esto para zanjar que, en este apartado está por resolver este «déficit estructural».