Guadiato - Los Pedroches
Las medias verdades del Gobierno de Pedro Sánchez con el Norte de Córdoba
El aumento de la potencia energética, el trasvase de Puente Nuevo y la N-432 se han enquistado para la zona
El Norte de la provincia de Córdoba se encuentra en una disyuntiva, que marcará su futuro inmediato, así como a medio y largo plazo. Las comarcas del Guadiato y Los Pedroches (esto es localidades como Belmez, Espiel, Peñarroya-Pueblonuevo, Alcaracejos, Añora, Pozoblanco y Villanueva de Córdoba) tienen en el aumento de su potencia energética a su gran caballo de batalla. Aunque no es menos cierto que el problema del agua también es acuciante, demás del de las comunicaciones, con la conversión en autovía de la N-432 como máximo exponente.
Cuestiones capitales ante las que el Gobierno de España (primero con PSOE y Podemos, y ahora con PSOE y Sumar) ha ido cambiando de opinión y dejando una hilera de medias verdades que, desde 2015 hasta la fecha, tienen empantanados proyectos esenciales para la supervivencia de casi media provincia (a nivel de territorio) de Córdoba.
El caso del aumento de la potencia energética (la luz para el común de los mortales) es el más complejo, de actualidad y el que ejemplifica ese rastro del dónde dije digo digo Diego del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez. Así, desde el Ministerio de Transición Ecológica se indicaba a este medio que existen dos procedimientos paralelos. Por un lado están los de las modificaciones puntuales, que se enmarca en el citado horizonte 2026.
Dicha planificación, «lo que buscaba era incorporar modificaciones puntuales, no estratégicas, que tuviesen una urgencia». Paralelamente, a ese procedimiento se está haciendo una planificación con horizonte 2030, «que es la habitual -indican Transición Ecológica-, pero se ha adelantado para poder darle cabida cuanto antes», ante «los avances que ha habido en materia de producción, sobre todo renovable, en los últimos años». En esa planificación 2030, «Red Eléctrica de España está recogiendo las necesidades, las propuestas de los distintos actores», aseguraban desde el Miteco. Y han recordado que que el secretario de Estado, Hugo Morán; y el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ya explicaban (esta pasada semana durante su visita a Villanueva de Córdoba) que la Junta está trabajando con Red Eléctrica y con el Gobierno para incorporar esas demandas.
Y agregaba que «ya se ha convocado a las comunidades para el lanzamiento de la nueva planificación que es donde la Junta de Andalucía debe realizar sus propuestas estructurales (no puntuales)».
Lo omitido
Sin embargo, esas explicaciones omitían una parte y esa no era otra que la negativa en 2019 a la realización de las infraestructuras de 400kv para el Norte de Córdoba en la planificación vinculante, que luego tuvo un proceso de alegaciones y, finalmente, no la concedieron.
En ese apartado, el secretario general del PP andaluz y, en ese momento delegado del Gobierno de la Junta en Córdoba, Antonio Repullo, desvelaba que, como consecuencia de aquella negativa hubo una reunión -«en la que yo estuve presente y el director de Red Eléctrica de Andalucía y el máximo representante de Endesa en la zona Sur de la Península Ibérica»- y se llegó a la conclusión de que «para evitar esperar hasta 2030, que era el plazo que nos estaba lanzando el Gobierno, podía haber una solución alternativa, que consistía en doblar la potencia (de 66 a 132 kv) de Llerena hacia Peñarroya y que llegase a Pozoblanco».
Se trataba, en consecuencia, de aprovechar una línea ya existente, doblándose la potencia de la misma, «para evitar en muchos casos la ausencia de suministro. Para eso, hicimos un trabajo desde todas las instituciones, agentes sociales y empresarios de la zona Norte y se acreditó la necesidad que tenían de demanda y salvar la situación».
Repullo añadía que, «en esa reunión, a Endesa se le explicó, se le informó y se le acreditó que había demanda y dio el visto bueno». Por lo que no entiende que el Gobierno, que tendría que ser un «posibilitador», quierea «lastrar el futuro de la provincia de Córdoba», ya que la repotenciación de la línea solo requiere de una autorización, que no es más que un tramite.
Puente Nuevo
El reguero de medias verdades y cambios de opinión del Gobierno de Pedro Sánchez se escenificó, la semana pasa en Villanueva de Córdoba, durante la visita del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a la localidad de Los Pedroches.
Allí, sobre el trasvase de Puente Nuevo a Sierra Boyera, Morán afirmó que «la conexión de Sierra Boyera y La Colada se hizo antes del ciclo de planificación 2023-2027, que se elaboraba en el año 2022», a lo que agregaba que «la planificación hidrológica hasta 2027 incluye la conexión Puente Nuevo con Sierra Boyera dentro de las posibilidades», de manera que «ese es el recorrido que hay por delante, igual que hay muchas otras obras que se ejecutarán a lo largo del tiempo, algunas se mejorarán, otras se incluirán y otras no estarán».
Cabe recordar que fue en abril de 2022 cuando, desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se dio luz verde a la construcción del trasvase entre el pantano de Puente Nuevo (la antigua térmica) y el de Sierra Boyera. Así lo aconsejaron los técnicos y lo firmó la jefa de servicio de la CHG.
Todas las partes implicadas convinieron que era la mejor solución para aliviar el problema de la sequía en el Norte de Córdoba (Guadiato y Los Pedroches), que ya empezaba a despuntar de manera preocupante. Pocos meses después la CHG, que depende del Gobierno central (donde mandaban y aun lo hacen PSOE y Sumar) no hay que olvidarlo, cambiaba su propio criterio y recomendaba el trasvase desde la presa de La Colada. De hecho, en ese documento al que ha tenido acceso La Voz se señalaba que «con el fin de solucionar esos problemas y garantizar el abastecimiento de toda la zona Norte de la Provincia, es necesario conectar mediante una obra de emergencia el embalse de Puente Nuevo con el embalse de Sierra Boyera. Más concretamente, conectarla a la ETAP de Sierra Boyera, ubicada a los pies de ésta».
La N-432
El de una de las carreteras con más siniestralidad, no solo de la provincia sino a nivel regional y nacional, es un caso enquistado y con pocos visos de solución, a no ser que se fíe a muy largo plazo.
Fue con José Luis Rodríguez Zapatero y Rosa Aguilar al frente de la cartera de Medio Ambiente, cuando se paró por primera vez un proyecto, que retomó Mariano Rajoy y que ha vuelto a enterrar Pedro Sánchez. Las irrisorias partidas presupuestarias así lo demuestran.