La lucha de los cristianos de Siria para no ser olvidados
Ayuda a la Iglesia Necesitada trae a Córdoba el testimonio de Fadi Najjar, un sacerdote de Alepo
El padre Fadi Najjar es de Alepo, tiene 40 años y es párroco de San Miguel en esta ciudad situada al norte de Siria y la segunda en importancia, tras Damasco. También dirige un colegio para niños cristianos y conoce de primera mano las consecuencias de la guerra y la postguerra en la población, donde en la actualidad el sueldo medio es de 30 euros, una cantidad insuficiente para muchas cosas, pero sobre todo para comer.
Allí, en Siria, se percibe cada vez más el olvido del resto del mundo. Fadi Najjar ha estado unos días en España y ayer ofreció en Córdoba una charla en la parroquia de la Esperanza organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada. «Por favor, no os olvidéis de nuestro país, no queremos ser una guerra olvidada», insiste este sacerdote católico de rito grecocatólico melquita, uno de los seis que hay en Siria, junto con armenios, maronitas, siríacos, caldeos y latinos.
Por favor, no os olvidéis de nuestro país, no queremos ser una guerra olvidada"Sacerdote sirio
Los cristianos, católicos y ortodoxos, son una rotunda minoría, en torno a un uno por ciento, de la población siria. Ellos sufren las consecuencias de una guerra que en vez de ser seguida de un plan de reconstrucción ha tenido una postguerra dominada por un embargo que ha sumido a la población en una situación de extrema vulnerabilidad. «Las sanciones a Siria hacen mucho daño al pueblo», explica este sacerdote y añade que, además, les perjudica sobremanera la situación económica en el Líbano, lo que califica como «otro golpe a Siria», un país del que ha desaparecido la clase media.
Gota de leche
Fadi Najjar estudió Teología en Granada y habla un español fluido y correcto. Esto le ayuda a poner énfasis a la hora de detallar el día a día de una población que «no tiene calefacción ni electricidad, y cada día es una lucha para conseguir alimentos. ¿Cuál es la culpa de los niños?»
Los mayores pueden vivir sin carne, pero los niños no pueden vivir sin leche"Sacerdote sirio
Uno de sus proyectos está centrado, precisamente, en los niños. Con un sueldo mensual de 30 euros no se pueden sufragar las ocho latas mensuales de leche que necesita un pequeño y que en el mercado al precio de seis euros cada una de ellas. Pero esto, ha puesto en marcha Gota de Leche, que lo califica como «el proyecto más fuerte», que en la actualidad atiende a más de 3.000 niños cristianos en Alepo a los que se les proporcionan ocho latas de leche al mes desde que nacen hasta que tienen diez años, porque «los mayores pueden vivir sin carne, pero los niños no pueden vivir sin leche».
La situación actual es peor a la que se vivía antes de la guerra. El futuro está marcado por la incertidumbre. El padre Fadi se anticipa al futuro y tiene en marcha una línea de ayudas a los jóvenes «para que se puedan casar y equipar la casa», gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada. Este paso en fundamental «porque si hablamos de la pervivencia del cristianismo dependemos de la ayuda de Occidente».
Este es el mensaje que este sacerdote está trasladando durante su estancia en España. Quiere que no se olvide la guerra de Siria ni a los cristianos que allí viven. «No os olvidéis de nuestro país; si no podéis ayudar, al menos rezad por nosotros», afirma.