Antonia SalzanoJesús D. Caparrós Carretero

Antonia Salzano, madre del beato Carlo Acutis

«Le debo a Carlo mucho, porque fue un pequeño salvador para mí»

Carlo Acutis va camino de la santidad en vaqueros y con unas Nike puestas. Así se le puede ver en la italiana localidad de Asís, donde reposan sus restos incorruptos y expuestos para la veneración. Es un futuro santo actual, un joven de su tiempo que así mismo es el nuestro. Fue un chico precoz en casi todo, también en la fe. Recibió la Primera Comunión con siete años, se interesaba por la teología, rezaba todos los días por las almas del purgatorio y caminaba de la mano de Jesús, presencia real como es pero que no todos los creyentes sentimos, distraídos como estamos con los móviles y lo banal. Carlo manejaba la informática con la misma naturalidad que rezaba un rosario y de hecho vio en esa naturalidad tecnológica el camino perfecto para lo espiritual, y aplicó en la red sus conocimientos para compartir la fe.

La red también conectó a los confusos, a los perdidos, a los alejados. Antes ese hecho ya había ocurrido en el seno familiar: Carlo sirvió para la conversión de sus padres. Fue llamado para la eternidad un mes de octubre, a través de una leucemia fulminante. Ofreció su sufrimiento - queremos pensar que breve- al Papa y a la Iglesia católica y cogió «la autopista hacia el cielo». Ahora el periodista y director español José María Zavala ha hecho una película documental sobre Carlo.

Se titula ‘El cielo no puede esperar’ y se proyecta desde la pasada semana en los cines de toda España. También en Sudamérica y EEUU. En algunas de esas salas cinematográficas se organizan coloquios sobre el film y sobre Carlo. Y está presente Antonia Salzano (Roma, 1966) que ha llegado a Córdoba para participar en uno de esos encuentros. Antes ha estado firmando ejemplares, como autora, de ‘El secreto de Carlo Acutis’ (2022) en la librería diocesana del obispado. A la hora convenida para esta entrevista, Salzano seguía firmando libros con una paciencia franciscana y una simpatía ejemplar. Después de los más de 100 ejemplares autografiados alguien le ha añadido un palé para casi toda una parroquia y Antonia Salzano no desfallece. Al contrario, se muestra feliz por el cariño y la devoción que a la postre su hijo despierta. No muchas madres pueden decir que tienen un futuro santo en casa. Salzano lleva a Carlo de la mano, justo al lado del corazón. Ella le debe el conseguir la verdadera eternidad a la intersección de su hijo.

Antonia SalzanoJesús D. Caparrós Carretero

- Carlo estuvo en Córdoba, algo que creo que no se conoce.

- Sí. Estuvimos aquí en el último año de su vida, en febrero de 2006.Le gustó mucho Córdoba: la Mezquita Catedral y toda la ciudad. Fue un viaje que realizamos para ir a Fátima. De Madrid a Fátima, pasando por el sur de España. También visitamos Sevilla y Granada. Y pasamos por Toledo.

- Ahora usted recorre de nuevo España de la mano de Carlo, y con motivo del estreno de la película sobre su hijo. ¿Cuántas veces la ha visto ya?

- Sólo una vez, lo cual es suficiente para mí. Pienso que es un film muy bueno que puede tocar el corazón de la gente. Se habla de la vida de Carlo, de su camino espiritual y de cómo vivía diariamente. No es el tipo de película como la mayoría de ahora, pero toca mucho el corazón porque es realista, muy centrada en la vida de Carly creo que José María Zabala ha hecho un trabajo muy inspirado. Ellos son una familia muy devota. El Señor utiliza a la gente que está cerca de Él para hacer grandes cosas. Los Zabala están haciendo un gran trabajo.

- Y como madre ¿qué siente al ver la vida de su hijo en la gran pantalla?

- Yo estoy contenta, porque es muy realista. Hay poca ficción y mucha realidad. Siempre me impacta ver cosas sobre Carlo, me conmueve. Estoy algo acostumbrada porque hace muchos años que falleció Carlo, pero este trabajo pienso que, verdaderamente, es una obra de Dios. El estreno llega a todos los países de América Latina y a EEUU. Estoy sorprendida porque no sabía que estaba mi testimonio también. Me entrevistaron durante la beatificación. Fueron cerca de trescientas televisiones de todo el mundo y muchos periodistas, hasta del New York Times. Pero no sabía que esta entrevista acabaría en una película (ríe)

Antonia SalzanoJesús D. Caparrós Carretero

- Carlo ha cambiado la vida a mucha gente, pero a los primeros que ayudó en la fe fue a su familia.

-Sí, porque provengo de una familia muy laica. No practicaba la fe. Yo solo fui tres veces a misa antes de que naciera Carlo, como siempre cuento. Hice la Primera Comunión porque vivía en el centro de Roma, rodeada de escuelas católicas. Pero mi vida está muy alejada de Dios. Sin embargo Carlo era un chico muy piadoso. Siempre estaba rezando. Entraba a las iglesias para ver a Jesús. Era verdaderamente un chico especial. Dios escribe recto entre renglones torcidos, y la ayuda que me dio Carlo fue muy grande. Él me preguntaba y yo no sabía qué responder, y eso me molestaba un poco. Después llegó la muerte de mi padre, con 57 años, de manera inesperada a causa de un infarto. Eso también me provocó muchas preguntas sobre la vida eterna, sobre dónde estaría él y qué estaría haciendo. Cuál habría sido su destino. Carlo , con cuatro años y medio, tuvo una aparición de mi padre en la que le pedía que rezara por él porque estaba en el purgatorio. Carlo era chiquito y estaba muy unido a su abuelo. Empezó a rezar por las almas del purgatorio y lo hizo hasta su muerte. Siempre rezaba mucho, muchísimo. Y eso me impactaba .

Fui muy afortunada porque encontré un sacerdote que me ayudó en el discernimiento del corazón. Fue la primera vez que alguien me dijo que Carlo tenía una misión encomendada por el Señor, que era un chico especial. En aquél momento no lo comprendía. Era 1995. Me confesé con aquél sacerdote y fue muy impactante porque ví toda mi vida, todos mis pecados. Me parecía una cosa imposible que él pudiera conocer toda mi vida. En ese momento comenzó mi camino de conversión, que es un camino difícil, porque puede acabar en el Purgatorio. Esperemos que no (ríe). Le debo a Carlo mucho, porque fue un pequeño salvador para mí. Gracias a él comprendí que en los sacramentos está la presencia real de Dios y su gracia. Antes solo eran símbolos, no creía que estuviera esa presencia real. Gracias a Carlo, comprendí que no era así. Y hago como él: voy a misa y a la adoración cada día.

Empezó a rezar por las almas del purgatorio y lo hizo hasta su muerte. Siempre rezaba mucho, muchísimo. Y eso me impactaba .

- Las redes sociales están llenas de banalidad y en demasiada ocasiones suponen un ejercicio de deshumanización. Su hijo dio testimonio para que Internet, que relaciona a tantas personas, también sirviera para acercarse a Dios ¿no?

- Sí, porque Carlo sabía que Internet es un medio poderosísimo para ayudar. Tiene fuerza e impacta. Puede ayudar a las almas. Porque está the dark side, el lado oscuro, pero también the light side, el lado de la luz. Es como el trigo y la cizaña, están siempre juntos. Pero Carlo sabía que a través de Internet podemos llegar a todo el mundo y que servía para mostrar hechos importantes, como por ejemplo la de los milagros eucarísticos, en los que Dios nos da signos de la transformación de la hostia en carne y el vino en sangre, para ayudar a nuestra fe, que es muy débil. Esto ahora llega a todos los continentes, a todo el mundo, en miles de parroquias. En esto colaboró un chico de Milán, con un ordenador muy normal, con su trabajo y su amor por Dios, que ha ayudado a muchas almas a convertirse, a acercarse a Dios, a la eucaristía. A comprender que verdaderamente Dios está con nosotros. Carlo decía que ahora es más fácil hablar con Dios que hace dos mil años. Al lado de casa tenemos siempre una iglesia cercana, tenemos un tabernáculo y a Jerusalén con nosotros. Jesús está con nosotros siempre. Él nos prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo y así es. Carlo vivía esta presencia. Cuando estabas cerca de él, se sentía esa presencia, era ‘contagioso de Jesús’. Cuando vives verdaderamente tu fe, eres un testigo auténtico, como dice el Papa Francisco, la gente lo siente. Consciente o inconscientemente todos en nuestra vida estamos buscando a Jesús. Muchos piensan que con lo material en esta vida se puede sustituir a Dios, pero no es posible.

Inés y José María Zavala, con Antonia SalzanoJesús D. Caparrós Carretero

«El cielo no puede esper@r. Carlos Acutis, el influencer de Dios» (2023)

El cielo no puede esperar es una película del director José María Zavala, producida por Inés y Borja Zavala para Custodian Movies, y se estrenó el pasado 24 de febrero en los cines de España.
Paloma Fernández Gasset ha sido la directora de producción; Miguel Gilaberte el director de fotografía; Luis Mas el compositor de la música; el montaje ha corrido a cargo de Rod Reego y Picnic Studios, han sido los responsables del sonido.​
El film, de carácter documental, ha generado un tremendo interés en el público incluso antes de su estreno. Es la primera vez que la vida de Acutis se lleva al cine.