El párroco de Beato Álvaro de Córdoba, el sacerdote y canónigo Tomás Pajuelo, se detiene en este domingo 12 del Tiempo Ordinario en el Evangelio de San Marcos(4;35-41) que relata cómo Jesús detiene una tempestad en el Mar de Galilea cuando navegaba junto a sus discípulos. Jesús dormía plácidamente en la popa de la embarcación cuando los discípulos le despertaron, llenos de miedo por las olas y la tormenta. « ¿Por qué os asustáis? ¿Todavía no tenéis fe?»

El sacerdote reflexiona sobre este pasaje y establece un símil entre la barca de los apóstoles y la Iglesia, que navega a pesar de las tempestades porque «siempre está el Señor».