Las lecturas de este domingo giran en torno al alimento al pan de vida que supone Dios. En la primera lectura está presente el maná, «el pan del cielo», al que los israelitas llegarán a criticar por ser «un pan sin cuerpo». En el Evangelio, Jesús habla del libro del Éxodo y promete que, a diferencia de sus padres, «el que coma de mi cuerpo y beba de mi sangre no morirá más porque está llamado a la vida eterna».