El Señor del Huerto vuelve al culto en San Francisco
La intervención ha sido realizada por Ana Infante de la Torre
Este viernes 27 de septiembre se repone al culto Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto tras las labores de conservación-restauración realizadas por Ana Infante de la Torre y su equipo. La hermandad ha preparado una veneración a las 19:00 y una misa de acción de gracias a las 20:00.
Según indica la corporación de San Francisco, en la restauración se han tenido siempre en cuenta los criterios establecidos por las distintas cartas internacionales (respeto a la materialidad de la obra, reversibilidad, materiales y técnicas afines, criterios de diferenciación, etc.) así como lo expresado en esta misma materia en el Plan General de Bienes Culturales de Andalucía.
La intervención
En concreto, y en primer lugar, se ha consolidado la estructura de la imagen, mediante el refuerzo de la peana y la sujeción del Señor a la misma, una tarea muy importante de cara a soportar los movimientos y vibraciones propias del culto interno y externo.
En cuanto al cuerpo de la imagen, se ha procedido a la retirada de repintes y la aplicación de un temple.
Del Señor de la Oración en el Huerto es ampliamente conocida su discutida autoría, algunas atribuciones realizadas por Ramírez de Arellano en su 'Paseos por Córdoba' y la relación establecida en la actualidad con la Escuela Granadina de escultura, uno de los principales focos artísticos del Barroco Andaluz. Concretamente, tal y como recoge el profesor de la Universidad de Córdoba, Moreno Cuadro, con el círculo del artista Pedro de Mena.
Con esta restauración, se han constatado las numerosas intervenciones a las que ha sido sometido con el paso del tiempo, si bien sólo se tienen constancia las de Pedro Martos en el año 1941, Camacho en 1975, y más recientemente por el recordado escultor e imaginero cordobés Miguel Arjona Navarro.
A pesar de ello, estas modificaciones no han eliminado la policromía original de la imagen, la cual ha sido recuperada mediante una detallada limpieza en cabeza, manos y piernas. La información facilitada por la hermandad indica que ello devolverá la encarnadura tal y como la concibió su autor para el momento de la Pasión de Cristo que se representa. El estado de la policromía del siglo XVII ha posibilitado que las reintegraciones de lagunas sean mínimas (se estima menos de un 5%), habiendo sido realizadas a base de acuarela, aplicación de barniz y matizadas con pigmentos aglutinados en barniz, siguiendo los criterios antes citados.
La restauración supone un gran valor para la hermandad del Domingo de Ramos, por la enorme devoción que suscita y su riqueza artística.