Un año jubilar con clausura histórica
La solemne misa de clausura del Año Jubilar de Nuestro Padre Jesús de Lucena fue presidida por el Obispo que imploró por «seguir los pasos de Jesús»
La clausura del Año Jubilar por el 425 aniversario fundacional de la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Lucena ha sido una manifestación de fervor desbordante. Desde calles y plazas abarrotadas de público, miles de cordobeses de la campiña participaron en la Eucaristía presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández y concelebrada por el obispo de la Archidiócesis de Burgos, monseñor Mario Iceta, y monseñor Manuel Ureña Pastor, Arzobispo Emérito de Zaragoza. .
En su homilía, imploró por la ayuda «que nos viene de Jesús» y exhortó en su homilía a seguir a Nuestro Padre Jesús y «emprender el camino de la vida siguiendo a Jesucristo», cumpliendo sus mandamientos y «abriendo nuestro corazón e para en par», expresó ante una Plaza Nueva llena de recogimiento, devoción y júbilo.
Los cantos de la coral lucentina durante la celebración acrecentaron la solemnidad de la Eucaristía con la que la Archicofradía culminaba un año de actividades de intensa labor social. El regreso a la sede canónica de la Archicofradía, la parroquia de San Pedro mártir, rehabilitada desde 2006 por esta corporación cofrade, ha dejado estampas para el recuerdo por las calles de la localidad lucentina, llenas de esplendor en la mañana de un 27 de octubre para la historia.