Presentación de la revista 'Estación de Penitencia' en Palma del Río

Presentación de la revista 'Estación de Penitencia' en Palma del RíoJosé Javier Martínez Bravo

La revista ‘Estación de Penitencia’ llega a Palma del Río

El acto, celebrado, en el salón de actos del Espacio Santa Clara, cuenta con una numerosa presencia de cofrades palmeños

El salón de actos del Espacio Santa Clara de Palma del Río ha acogido ese jueves la presentación de la revista ‘Estación de Penitencia’ que cada año edita ‘La Voz de Córdoba’ para divulgar los valores de la Semana Santa tanto de la capital como de la provincia.

El acto ha contado con una nutrida presencia de cofrades palmeños así como de la alcaldesa de la localidad, Matilde Esteo; el delegado de Deportes y Protección Civil de la Diputación Provincial, Antonio Martín, y el presidente del Consejo de Hermandades, José Antonio Barraza.

Intervención de la alcaldesa de Palma del Río, Matilde Esteo

Intervención de la alcaldesa de Palma del Río, Matilde EsteoJosé Javier Martínez Bravo

El acto ha sido abierto por el administrador de ‘La Voz de Córdoba’Tomás Pajuelo, quien ha resaltado el compromiso de este diario digital con las manifestaciones de la piedad popular en la provincia de Córdoba, así como el compromiso de este diario con la información religiosa.

Intervención del diputado provincial Antonio MartínJosé Javier Martínez Bravo

En la revista ‘Estación de Penitencia’ se reserva prácticamente la mitad de la publicación a diversos aspectos de la Semana Santa de la provincia de Córdoba, resaltando cuestiones, históricas, artísticas o antropológicas que son las que dan riqueza, variedad y personalidad a esta celebración, por encima de todo, religiosa.

El Cristo de la Salud

En el caso de Palma del Río, es el historiador Francisco José Sánchez Limones, quien realiza una disección sobre la intensa historia de la devoción al Cristo de la Salud, cuyas raíces se remontan al siglo XVI.

Público asistente a la presentación de la revista 'Estación de Penitencia' en Palma del RíoJosé Javier Martínez Bravo

La imagen original del Crucificado fue destruida intencionadamente en 1936 y la devoción se retoma en 1960 en torno a una imagen existente en la parroquia de la Concepción. A partir de ese momento inicia la corporación un camino ascendente que llega hasta la actualidad, con un ambiente familiar y una vinculación desde antiguo con el gremio de los hortelanos.