
Los pasos de la hermandad del Remedio de Ánimas, en San Lorenzo
El Lunes Santo de Córdoba queda deslucido por culpa de la lluvia
Los pasos de las hermandades de la Merced y la Estrella se quedan en la Catedral a la espera de su regreso
El arranque de este Lunes Santo ha sido todo lo contrario al del Domingo de Ramos. Si anteayer las primeras hermandades retrasaron su salida por riesgo de lluvia y al final todo el día se puso en la calle, ayer fue al revés: las primeras salieron con buen tiempo y conforme avanzó la tarde se confirmó que en torno a las 22:00 se complicaría la meteorología.
Ayer no se titubeó lo más mínimo porque a primera hora de la tarde no había amenaza alguna en el cielo cordobés, aunque un viento frio y desapacible soplara con más fuerza de lo necesario haciendo presagiar lo peor. Las primeras cofradías plantaron su cruz de guía en el momento previsto y, en ese momento, la esperanza de disfrutar de una gran jornada anidó en el corazón de todos.
Al final, este Lunes Santo ha quedado prácticamente partido por la mitad. Ha durando desde que la primera se puso en la calle hasta que la segunda hizo su entrada en la Catedral. Allí, ambas decidieron suspender su estación de penitencia y a las 21:30 se comunicó que los cortejos se disolvían y que los pasos quedaban en el primer templo de la diócesis.
Como suele suceder en este tipo de soluciones, el público que ya está en la calle, a falta de procesiones optan por guardar cola para entrar en las iglesias y ver esos pasos que por culpa del agua se quedan en casa.La Merced
La más tempranera de la jornada sació las ganas de Semana Santa de quienes se agolpaban ante la parroquia de San Antonio de Padua. Ambiente de barrio pleno a lo que contribuía una luminosidad que hacía presagiar la excelencia de una jornada que quedará para la historia, ya que es la última ocasión en que el palio de la Virgen de la Merced tendrá sus bordados sobre terciopelo azul. La previsión de la hermandad es pasar estas piezas a un nuevo soporte, concretamente tisú de plata y así volver al color de la orden mercedaria y al del primer palio que tuvo esta hermandad.
Cuando el cortejo se aproximaba a la Puerta del Puente para realizar su entrada en la carrera oficial el cielo ya anunciaba que los peores pronósticos se iban a cumplir. Lo del cielo azul era ya sólo un recuerdo mientras unas nubes densas, cada vez más espesas, avisaban a todos de que había que cambiar de planes.
El cortejo entró de forma precipitada en la Catedral y ahí se quedó. A partir de ese momento se comenzó a analizar con detenimiento una información actualizada sobre el pronóstico de las próximas horas. El dato que había sobre la mesa era que el frente no pasaría hasta la medianoche, razón por la que se decidió suspender la estación de penitencia a la espera de saber cuándo regresan los pasos a San Antonio de Padua.
La Estrella
Ni una nube en el cielo en el momento en que el cortejo de la hermandad de la Estrella se ha puesto en la calle. La Huerta de la Reina se ha volcado con una hermandad que ya hizo suya hace mucho tiempo, cuando la acogió hace ya casi 40 años tras su fundación en la parroquia de la Trinidad. En ese momento, el barrio se hizo cofrade y lo lleva a gala, como lo demostró el pasado sábado cuando a causa del chaparrón abrió sus puertas a la procesión del Traslado al Sepulcro hasta que escampó.
Hablar de la Estrella es hacerlo de la Huerta de la Reina y viceversa. Esta identificación llega hasta tal punto que el barrio en el que ha vivido una gran número de la extensa nómina de trabajadores de la antigua estación de ferrocarriles ha estado representado con este carácter en la procesión. Dos ferroviarios, tocados con la gorra de jefe de estación han formado parte del cortejo, ante la curiosidad de quienes desconocían este hecho que reafirma la personalidad de esta hermandad.
Ya en la Ribera se vio cómo la tarde se iba poniendo cada vez más oscura. El viento no perdía virulencia y había que aligerar. El ritmo rápido del cortejo precedente facilitó que entrara en la Catedral sin mayor problema. Ya en el interior del templo se decidió darla por suspendida hasta la decisión del regreso de los pasos. Por la puerta de Santa Catalina salieron los integrantes del cortejo.
La Sentencia
Si el año pasado los hermanos de la Sentencia vivieron el gozo de estrenar una nueva casa de hermandad, en esta ocasión ha sido la frustración de no poder realizar su estación de penitencia. La decisión de no salir a la calle, siempre acertada, ha sido tomada casi al unísimo por las tres hermandades que completaban la jornada.
En el caso de la Sentencia se comunicó momentos antes de la salida, cuando todo estaba previsto para comenzar la procesión. Al igual que en el resto de cofradías que decidieron evitar el riesgo de la lluvia, los pasos, que estaban listos para iniciar su recorrido, quedaron expuestos en la propia casa de hermandad a la veneración de los fieles hasta las 22:15.
El Via Crucis
La cofradia del Vía Crucis tiene una peculiaridad única y es la del mantenimiento de la tradición cordobesa de los altares domésticos. Si en el pasado eran el epicentro de la Madrugada del Viernes Santo en los barrios más populares de Córdoba, en la actualidad se despliegan al paso del Cristo de la Salud por todo su itinerario.
Uno de los puntos en los que cada año que el tiempo lo permite se puede revivir este ambiente de la Semana Santa de antaño es, concretamente, en la plaza de Abades, donde en La Ermita Suites se instala un altar y desde un balcón se le canta al Cristo de la Salud por parte de un grupo de integrantes del coro de la Catedral dirigidos por Clemente Mata.
Todo esto ha quedado este año suspendido cuando se sabía que el Cristo de la Salud no iba a recorrer las calles de la Judería. El Vía Crucis se ha rezado en el interior de la iglesia de la Trinidad y la imagen ha quedado depositada ante el presbiterio, con una iglesia en penumbra por la que pasaron centenares de cordobeses.
El Remedio de Ánimas
Poco antes de que se abrieran las puertas de San Lorenzo ya se sabía que la hermandad del Remedio de Ánimas no iba a salir a la calle. Tras la Sentencia, era la segunda cofradía del Lunes Santo que decidía suspender su estación de penitencia.
En este caso, más que suspender habría que hablar de traslación al interior del templo. La iglesia de San Lorenzo, en dimensiones y características, es el estuche idóneo para esta hermandad. La penumbra enmarcaba a los dos pasos ante el presbiterio, las volutas del incienso ascendían hasta la bóveda, como los cantos y el rezo del Santo Rosario. Y el silencio.
Si la posibilidad de lluvia daña el patrimonio de una cofradia, en el caso de Ánimas, además, perjudicaba gravemente no sólo las imágenes, sino ambos pasos, que han sido restaurados recientemente por Ana Infante, quien les ha devuelto su clásico esplendor.