Cristina Martín Jiménez, periodista y escritora
“La mayor estructura de poder, y la primera, es la familia. Por eso quieren destruirla“
La autora sevillana pasó por Córdoba para firmar ejemplares de su último libro y mantener un encuentro con los lectores
En los alrededores de la librería en la que Cristina Martín Jiménez (Sevilla, 1974) va a realizar la presentación de su nuevo trabajo Los dueños del planeta (Ed. Martínez Roca) se van congregando algunos seguidores de esta doctora en comunicación, periodista y escritora que cuenta con una envidiable - para algunos- base fiel de lectores que devoran sus libros y la siguen a donde vaya. Esta sevillana de ojos claros y aire norteño hizo su tesis doctoral sobre el Club Bilderberg, con la que obtuvo la calificación cum laude y un conocimiento sobre ese grupo de influencia de ricos y poderosos, que la convierte en una de las mayores especialistas mundiales del mismo.
Ocurre que los temas que la sevillana aborda no son primera página, ni portada de periódicos ni objeto de cine fórum, como le ocurrió recientemente en Córdoba, en donde la Universidad acabó vetando un ciclo dedicado al pensamiento en estado crítico que pretendía reflexionar sobre ciencia y cientifismo, y que ha sido víctima del poder que los nuevos y financiados dogmas imponen frente al debate crítico y la libertad de pensamiento. Martín Jiménez traía a la UCO, en calidad de invitada, una ponencia titulada «Cuarto poder: cambio climático y Agenda 2030» y claro, eso olía a atentado intelectual de dimensiones colosales, por lo que fue anatemizado vía El País. Y cancelado, que es el participio pasivo más empleado por la cultura woke.
Cristina Martín es periodista y trabaja con fuentes y datos, y además es mujer nacida en un país occidental, lo que la convierte, a priori, en una persona libre para escribir, decir y opinar. Muchos de los acontecimientos que nos han sucedido en los últimos años (crisis financiera, guerra en Ucrania) han sido avisados en sus libros - la pandemia y sobre todo el confinamiento- y si no ha sido así, sí que nuestra entrevistada trata de ofrecer una lectura que no es la mayoritaria, que tiende a ser la única. Otro punto de vista. Quizá el verdadero. El más preocupante, desde luego. Porque Cristina Martín Jiménez denuncia a través de sus obras asuntos que deberían prestar nuestra atención porque nos pueden afectar, o ya lo hacen, de manera directa: el transhumanismo, el capitalismo de las corporaciones, el pensamiento único, el nuevo orden mundial, la pérdida de identidad entre tanto identitarismo interesado y sobre todo, la pelea por la libertad.
- ¿Quiénes son los dueños del planeta?
- Son una serie de filantrocapitalistas que ni tienen experiencia en el arte de gobernar, ni son los más sabios ni los más expertos, pero creen que por haber conseguido una gran fortuna tienen el derecho a decretar nuestros destinos, como los antiguos dioses de la mitología. En el libro hago una analogía con los arquetipos divinos griegos.
-Ellos contra nosotros.
- Totalmente.
-¿Quienes van ganando?
- Todo depende de la mirada del observador. Ellos quieren aparentar que ganan, pero en realidad las cosas no les están saliendo tan bien como las habían planeado. Ahora mismo, todas las grandes empresas tecnológicas,algunas de las que fueron inventadas y gestionadas al principio por los que aparecen en la portada del libro. pues se están arruinando. Elon Musk acaba de entrar en el libro Guiness de los Récords por ser la fortuna personal que más ceros ha perdido en menos tiempo. Eso para ellos es un golpe grandísimo. Si les duele perder un solo céntimo, imagínate que empiezan a ver cómo sus empresas pierden valor en la bolsa. Cada día aparecen titulares en los que se informa de cómo echan trabajadores a la calle, pero legión de ellos, de diez mil en diez mil. Zuckerberg lo dice en una entrevista cuando confiesa que él pensaba que las costumbres y tendencias que se habían desarrollado durante la pandemia de comprar y trabajar desde casa iban a seguir esa línea. Y el negocio no ha sido así. Las personas han vuelto a ser lo que eran, seres sociables que queremos estar en la calle, comprar en nuestro barrio y el ‘tú a tú’.
- ¿Qué diferencia hay entre los dueños del planeta y ‘Los amos del mundo’, otro de los libros que publicó hace algunos años?
- La diferencia es que han pasado veinte años y en ese tiempo hemos empezado a darnos cuenta de la ingeniería social a la que estamos sometidos. La, en mi opinión, ‘falsa pandemia’, ha sido un golpe muy grande en la inteligencia, la percepción y el sentido común, que ha despertado a muchas personas. Les ha abierto los ojos y están empezando a ver todo lo que había detrás. Hace veinte años estos amos del mundo tenían más éxito, pero ahora comienzan a conocer el fracaso. La guerra de Ucrania también nos ha metido en una tercera guerra mundial que yo analizo en tres fases. Y lo hice en 2013, en mi libro ‘Perdidos’. Vemos cómo se está descomponiendo el antiguo Nuevo Orden Mundial que surgió después de la Segunda Guerra Mundial.
- Porque usted sostiene que la tercera guerra mundial ya está aquí…
- En efecto. Y tiene tres fases. La primera es la guerra psicológica, que es la que se activó después de la Segunda Guerra Mundial. Eisenhower así lo manifestó en uno de sus discursos: «Vamos a ganar en la guerra psicológica». Es la guerra por capturar las mentes y las voluntades de las personas. La segunda fase es económica. Ahora estamos viviendo una guerra económica, por ejemplo, con Silicon Valley Bank, que repite el mismo modelo de la crisis de 2008. La última etapa es la fase armada. Y están con las escaramuzas en Ucrania, y se están formando bloques. Esto puede llevarnos a un ascenso bélico bastante grave. Y desde luego lo que se está dirimiendo es el dominio del mundo futuro, de un mundo que ya está aquí, con lo cual para mí es claro que estamos en la tercera guerra mundial.
- ¿Qué pensó usted el 14 de marzo de 2020,cuando nos metieron en casa?
- Pues pensé que algo que yo había escrito hacía 11 años se estaba haciendo realidad, y que una cosa era escribirlo y otra, vivirlo. Realmente fue espeluznante ver el grado de terrorismo desinformativo que habían activado, el miedo que estaban dispersando por toda la sociedad, la falta de escrúpulos, el cinismo, la violencia, y la agresividad. Para mí, como persona, ha sido bastante duro verlo desde fuera porque sabía lo que estaban haciendo, y ser testigo de cómo muchos han pagado con sus vidas. En la última portada de The Economist señalan cómo se ha perdido un cuarto de millón de población y se preguntan dónde están. Eso me parece sadismo.¿No saben lo que ha pasado? Como decía antes, la pandemia le ha servido a muchas personas para pensar, para entender en manos de quién estamos. Y para comprender las profundidades del mal . Nos han engañado. Parecía que vivíamos en un mundo de Disney. En el Nuevo Orden Mundial todo era bonito y bueno, y sin embargo hemos visto, frente a frente, cómo el infierno está aquí en la tierra.
- Insiste que en este proceso de ingeniería social que padecemos se va sobre todo contra dos figuras. Una es la mujer y la otra, la familia.
- Sin duda alguna. Yo todavía no he escuchado el audio de una profesora de Jerez que un padre ha convertido en viral y en el que se decía que no se debía celebrar el día del padre. ¿Hay algo más sagrado que un padre? ¿Hay algo más sagrado que una madre? La mayor estructura de poder, y la primera, es la familia, y por eso, los que conforman las estructuras de poder financiero quieren destruir nuestro poder, que es la familia. La familia es una escuela, es un refugio. En la familia aprendes valores, tradiciones. En la familia está todo porque es tu identidad, tanto personal como cultural, y lo que quieren es que seamos peleles, sin identidad, sin saber quienes somos. Aseguran desde la ONU, que existen ciento doce géneros, y cada día aparecen más. Con la ley animalista, por ejemplo, se está poniendo al mismo nivel a una rata que a un niño, que a un ser humano. Lo que tratan con esto es convencernos de que no tenemos valor ninguno, que estamos a la misma altura que los animales o los árboles. Y sin embargo, la moral humana es completamente diferente, porque es capaz de trascender el dolor y convertirlo en arte, en conocimiento y sensibilidad. Los animales nos dan mucho, pero no llegan a la categoría humana.
Lo que quieren es que seamos peleles, sin identidad, sin saber quienes somos.
- Ha dicho usted que el mal está entre nosotros. Para muchos ese mal, disfrazado, se refleja en una hoja de ruta: la Agenda 2030.
- Por supuesto. La Agenda 2030 es una declaración de guerra encubierta. Realmente son las bombas que nos están lanzando. Hoy la pancarta de la Agenda 2030 se ve en las universidades, en los ayuntamientos, en los autobuses… Eso es propaganda como la que hacían los nazis.Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.Goebbels presumía de que él controlaba todo lo que se publicaba, todo lo que leían, oían y veían los alemanes. Lo que pretendía era convertir a los alemanes en «el ejército de la opinión pública». Esta frase, que la he descubierto recientemente, es la idea que yo venía manejando. Quieren, a través de la ingeniería cultural , convertirte en soldados de sus guerras. Si tú defiendes la Agenda 2030 eres un soldado que está trabajando para ellos. Con lo cual fíjate cómo de maquiavélico es el plan. Es muy inteligente, porque tú crees que estás trabajando para el bien de la humanidad y sin embargo lo que haces es contribuir a tu esclavitud. Son trampas para quedarse con el planeta, pero no lo vamos a permitir, porque este planeta también es nuestro.