El diagnóstico precoz de la artritis es clave para el bienestar de los pacientes
Puede reducir un 50% el dolor y las limitaciones de movilidad
El diagnóstico precoz de la artritis es «clave para evitar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida y el bienestar de los pacientes, ya que puede reducir un 50% el dolor y las limitaciones de movilidad y dificultades motoras que puede provocar respecto a los pacientes a los que se diagnostica en fases avanzadas», según ha destacado el jefe de servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Manuel Romero.
El doctor Romero ha explicado, con motivo de la celebración mañana del Día Nacional de la Artritis y durante todo octubre del Mes de las Enfermedades Reumáticas, que es fundamental que los pacientes sean evaluados por un reumatólogo para iniciar el tratamiento lo antes posible. En los primeros meses desde la aparición de los síntomas «se puede detener su progreso, aplicando terapias como los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME), incluidos los biológicos y los inhibidores de JAK, que han demostrado ser altamente eficaces en el control de la inflamación y en la prevención del daño articular permanente».
Las enfermedades reumáticas afectan aproximadamente al 25% de la población adulta en España, unos 11 millones de personas, por lo que son patologías muy prevalentes «que hay que visibilizar», ha indicado el doctor Romero. Ha recordado que, además de la artritis reumatoide, hay otras formas de artritis como la espondiloartritis, la artritis psoriásica y la artritis idiopática juvenil, entre otras, y, aunque varíen en su presentación, todas tienen en común un alto impacto en la calidad de vida y en la capacidad funcional de quienes las padecen.
Según recoge el último estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas (Episer 2016), realizado por la Sociedad Española de Reumatología, la artritis reumatoide afecta en España a alrededor de 300.000 personas, el 1% de la población adulta. En la provincia de Córdoba se estima que más de 7.000 personas conviven con artritis reumatoide, además, se calcula de unas 200.000 personas en el país sufren espondiloartritis.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que provoca inflamación crónica en las articulaciones, principalmente en las manos, muñecas y rodillas, lo que puede causar daño articular progresivo si no se trata a tiempo. Afecta a personas de mediana edad, siendo más común en mujeres. Por su parte, la espondiloartritis engloba a un grupo de enfermedades como la espondilitis anquilosante y la artritis psoriásica, que afectan principalmente a la columna vertebral y a las grandes articulaciones. Así, aunque sus causas pueden ser similares, los síntomas y la progresión de ambas patologías son diferentes y, por tanto, su abordaje también varía, ha comentado el especialista.
Impacto social y laboral
El doctor Romero ha insistido en que las enfermedades reumáticas no sólo afectan físicamente a los pacientes, sino que también tienen un impacto significativo en su vida social y laboral. Estas dolencias pueden generar diferentes grados de discapacidad, limitando a los pacientes en la realización de actividades cotidianas y afectando pues a su bienestar emocional. Así, las dificultades en la movilidad derivadas de la artritis y la espondiloartritis «puede ser severa, impidiendo que puedan continuar con su vida laboral y requiriendo en muchos casos, apoyo familiar y social y para su cuidado».
En cuanto a los tratamientos, el doctor ha señalado que en los últimos años se ha producido significativos avances en los tratamientos biológicos, muy importantes para frenar la progresión de la enfermedad y evitar complicaciones graves.
El Hospital Quirónsalud Córdoba cuenta con una consulta específica de artritis y espondiloartritis, con el fin de ofrecer una asistencia personalizada a los pacientes con estas enfermedades. El centro también dispone de una unidad de Reumatología Pediátrica, que aborda las enfermedades reumatológicas, inflamatorias o no, que afectan al aparato locomotor o de origen autoinmune sistémico en niños y adolescentes hasta los 14 años.