Una nueva técnica aumenta la seguridad en la cirugía digestiva en el Hospital Quirónsalud
El cirujano cuenta con mayor seguridad al contar con las imágenes de fluorescencia
El Hospital Quirónsalud Córdoba ha incorporado nuevas técnicas de imagen que aumentan la seguridad en la cirugía digestiva y que se basan en el uso de la perfusión de contrastes inmunofluorescentes, según ha indicado el doctor Juan Francisco Ruiz Rabelo, jefe de servicio de Cirugía General del centro.
El doctor Ruiz Rabelo ha explicado que la técnica de imagen se denomina ICG (Cirugía Guiada por Inmunofluorescencia, en sus siglas en inglés), y se basa en la utilización de un contraste denominado verde de indocianina, que tiene unas características farmacológicas «de gran relevancia, que lo convierten en un excelente agente de contraste vascular y linfático». Es una molécula con muchas aplicaciones en la práctica clínica, con gran tolerancia y toxicidad muy baja, «lo que hace que sea considerado un fármaco muy seguro que puede utilizarse prácticamente en todo tipo de pacientes».
El funcionamiento es sencillo, ha afirmado el doctor, gracias a los avances que los sistemas ópticos han traído en los últimos años. Una vez el contraste se inyecta por vía intravenosa con el paciente ya anestesiado, pasados unos minutos el cirujano puede cambiar el modo de visualización de la pantalla de quirófano para que el contraste que circula por los vasos sanguíneos y linfáticos se haga visible a los sistemas ópticos habituales de la cámara de laparoscopia.
Una técnica en expansión
El Hospital Quirónsalud Córdoba cuenta con torres de la laparoscopia adaptadas a la utilización de esta técnica de inmunofluorescencia, que se utiliza en cirugía de tumores de colon, esófago, las metastasectomías hepáticas o la cirugía de la carcinomatosis peritoneal. El doctor Ruiz Rabelo ha destacado que las imágenes de fluorescencia contribuyen a la toma de decisiones durante la cirugía, «dando mayor seguridad al cirujano, lo que es especialmente útil en el caso de pacientes con mala vascularización, ya que tienen un riesgo más elevado de complicaciones quirúrgicas relacionadas con la isquemia de tejidos».
Gracias al desarrollo de mejores sistemas de imagen, este tipo de exploraciones puede ya considerarse «una tecnología permanente que, además de aumentar la seguridad del paciente, puede ir ampliando su utilidad a tumores de mama o ginecológicos». En el caso de la cirugía en tumores digestivos, a la capacidad de discriminar la vascularización y viabilidad de las anastomosis digestivas, se añade la de poder realizar un mapa del drenaje linfático del tumor principal.
El hecho de poder realizar estas exploraciones en el quirófano hace que la estrategia preparada por el cirujano se vea ratificada durante el acto quirúrgico o incluso «puedan realizarse cambios no previstos por los hallazgos intraoperatorios. Podemos realzar los tejidos para ver mejor o incluso ver lo que a simple vista sería imposible con nuestros ojos».