Madrid cerrará las terrazas covid y prohibirá las estufas de gas en 2024
La nueva ordenanza municipal de terrazas recoge la prohibición de las estufas de gas así como la eliminación de las terrazas que se instalaron a causa de la covid en plazas de aparcamiento dentro de dos años
La modificación de la ordenanza de terrazas del Ayuntamiento de Madrid, que se elevará a pleno a final de mes, contempla la eliminación de las estufas de gas a partir del 31 de diciembre de 2023, y el mantenimiento hasta ese año de las terrazas de bandas de aparcamiento puestas en marcha por la pandemia que no estén en zonas comprometidas.
Este lunes ha tenido lugar la comisión de Vicealcaldía en la que el texto se ha elevado a pleno gracias al apoyo del Grupo Mixto (Recupera Madrid), y en la que se han incorporado al proyecto 23 enmiendas de las cien presentadas por los grupos municipales: seis provienen del equipo de Gobierno; tres son de Más Madrid; dos del PSOE; una de Vox, y once de Recupera Madrid.
Tras este paso previo a la votación definitiva de la norma en el pleno municipal que se celebrará este mes de enero, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Cs), acompañada por la concejala del área delegada de Coordinación Territorial, Silvia Saavedra, ha expuesto los cambios que ha sufrido el texto junto con los ediles de Recupera Madrid Marta Higueras y José Manuel Calvo.
Los principales cambios que se incorporan al texto del proyecto han sido la concreción de criterios para determinar lo que son las ‘zonas saturadas’, las condiciones para el mantenimiento de algunas terrazas en bandas de estacionamiento hasta 2023 y la obligación de que los hosteleros retiren las estufas de gas en un periodo de dos años.
Todos han coincidido en que es una norma que «busca la convivencia entre hosteleros y vecinos», y Villacís ha resaltado que trata de un texto «moderno» que se va a adaptar a los «muchos madrileños que vamos a vivir en los próximos años», frente a una norma originaria de 2013 que fue «poco pacífica» y que no contemplaba «la realidad de una ciudad que está en constante cambio», como ocurre con las urbes de todo el mundo a día de hoy.
Terrazas covid en aparcamientos
Cuando entre en vigor la ordenanza, las terrazas que se hayan visto ampliadas por la covid volverán al estado previo a la pandemia, mientras que las terrazas que a la entrada en vigor de la ordenanza estén instaladas en bandas de estacionamiento al amparo de la resolución 51 -el dictamen con medidas excepcionales por el coronavirus- podrán mantenerse durante los años 2022 y 2023 quedando limitado su funcionamiento hasta las 24:00 horas.
Deberán delimitar visiblemente su extensión mediante barreras o con reflectores de alta intensidad, añade el Ayuntamiento en un comunicado.
Por el contrario, se retirarán las terrazas ubicadas en bandas de estacionamiento situadas en ‘zonas saturadas’, en zonas de protección acústica especial (ZPAE) y en zonas ambientalmente protegidas cuando ocupen más de un 40 % de las bandas existentes en el tramo de calle.
En este último supuesto, las autorizaciones serán revisadas y reducidas proporcionalmente a propuesta del distrito hasta el nivel previsto con el fin de que la ocupación no supere el 40 % de ocupación de bandas de estacionamiento.
¿Cuáles son las «zonas saturadas»?
Serán tres los criterios para poder hablar de ‘zona saturada’, a la que en primera instancia se denominó «tensionada».
El primero de ellos, «indispensable», es que se produzca una alta ocupación del espacio para instalar la terraza y, además, deberá ir acompañado de alguno de los otros dos requisitos.
Se estimará, que existe alta ocupación cuando en aceras con un ancho inferior o igual a seis metros, el espacio ocupado por terrazas supere el 33 % de la superficie disponible para su instalación y cuando el ancho de las aceras exceda los seis metros. También se considerará en plazas y calles peatonales o calles sin salida, cuando las terrazas superen el 40 % de la superficie disponible para este fin.
El segundo de los requisitos para determinar una ‘zona saturada’ será el elevado tránsito peatonal, es decir, aquellas aceras por las que caminen más de 33 personas por minuto.
El tercer criterio será el de las afecciones medioambientales.
Lo que se traduce en que se considerarán ‘zonas saturadas’ aquellas que tengan terrazas en un radio de 150 metros en torno a residencias de mayores, centros sanitarios con hospitalización o con servicios de urgencias.
Asimismo, se tendrá en cuenta la clasificación de áreas acústicas previstas en el anexo I de la ordenanza de protección contra la contaminación acústica: áreas de silencio y áreas levemente ruidosas.
Saavedra ha dicho que ante una zona saturada la ordenanza «prevé una serie de medidas» por parte de los distritos. «Se podrá acordar una reducción de los horarios de funcionamiento, una reducción de los elementos que se autorizan, que se denieguen autorizaciones en el futuro, o cualquier otra medida que se considere necesaria», ha enumerado.
En esas zonas, los hosteleros también tendrán que tener sonómetros para «autorregular» que se cumple la normativa del ruido para evitar molestias a los vecinos, ha añadido la concejala.
Este mismo lunes el Ayuntamiento ha hecho público un mapa de las zonas saturadas, «pero no es un mapa definitivo», ha matizado Saavedra. «Son zonas que se van a estudiar como posiblemente saturadas», algo que verificarán los distritos, «y en dos meses vamos a tener el mapa definitivo de las zonas saturadas».
La titular de Coordinación Territorial ha recordado otras medidas contempladas en la norma, como la nueva figura jurídica de «representante de la terraza». Será una persona, designada por el hostelero, con quienes los vecinos «podrán hablar en caso de que haya un problema con la terraza».
Y hay «nuevas modalidades de terrazas», como terrazas en esquinas, que se van a permitir con mesas y sillas; terrazas en zonas terrizas y terrazas con mesas altas con taburetes en línea con el mobiliario, nunca adosadas a la fachada.
Fin de las estufas de gas
Por otro lado, el nuevo texto de la ordenanza incluirá también la prohibición de las estufas de gas y de aquellos elementos industriales móviles que emitan gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Por ello, deberán sustituirlas en un periodo de dos años por otros mecanismos de calefacción acordes con los requisitos técnicos establecidos en la normativa específica y tener la homologación CE de la Unión Europea.
José Manuel Calvo ha explicado que en el acuerdo de presupuestos municipales se incorporó una partida de 2 millones de euros «para una línea de subvenciones que permita renovar esas estufas» no por otras contaminantes sino por otras alimentadas por energías renovables.