A juicio el exconcursante de Gran Hermano que abusó sexualmente de una chica durante una fiesta
El acusado, a sabiendas del estado ebrio de la chica, realizó tocamientos debajo del edredón
El próximo lunes 7 de febrero, José María López Pérez se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado número 18 de Madrid. El exconcursante del programa de televisión Gran Hermano Revolution está acusado de un delito de abusos sexuales dentro de la casa donde se desarrollaba el programa en 2017.
La vista oral tendrá lugar en la calle Albarracín los días 15 y 18 de febrero (martes y viernes). El fiscal solicita una pena de dos años y seis meses de cárcel y reclama una indemnización de 6.000 euros por los daños morales de las víctimas, esta misma cantidad también se le exige a la productora del programa por emitir las imágenes grabadas y causar daños a la víctima.
En este sentido la Fiscalía recuerda que la cuestión del programa es retransmitir durante 24 horas lo que hacen los participantes, tal y como marca el reglamento de convivencia del programa.
Un suceso de 2017
Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa en la que el programa dio a las concursantes bebidas alcohólicas. En la misma vivienda se encontraba Carlota Prado, una concursante que había comenzado una relación sentimental con José María López unos días antes.
La joven durante la fiesta bebió cuatro chupitos de tequila, pero no llegó a comer nada antes ni durante el evento. Esto desembocó en un estado de embriaguez que fue acentuándose a partir de la media noche.
¿Qué sucedió en la habitación?
Sobre la una y media de la madrugada, ambos ya se encontraban en el dormitorio que ocupaban. José María López ayudó a Carlota a descalzarse y a meterse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según apunta la Fiscalía, la joven llevaba puesta toda su vestimenta. Acto seguido el acusado también se metió en la cama mientras que la chica estaba en silencio, boca arriba y con los ojos cerrados, haciendo movimientos lentos y pesados debido a su estado.
José María, «guiado por un ánimo libidinoso» y a sabiendas del estado» de Carlota, comenzó a hacer bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que ella dijese balbuceando «no puedo». A continuación, el acusado apretó su cuerpo contra el de la joven, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano queriendo decirle que parara.
Al mismo tiempo que esto sucedía el concursante en varias ocasiones pidió a la chica que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella solo respondió que se quitara, momento en el que ella se giró quedando de espaldas a José María Pérez.
La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito «que el acusado, tras cubrirse él y la víctima con el edredón, continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándola de su ropa interior y desabrochándola el sujetador, pese a que esta se encontraba en estado de inconsciencia».