Dominican Dont´Play niegan el ataque por sorpresa a los Trinitarios

Cuatro presuntos miembros de la banda juvenil Dominican Don’t Play (DDP) se han desvinculado en el juicio de una «caída» -ataque por sorpresa- contra miembros de la banda rival de los Trinitarios perpetrada en el distrito madrileño de Puente de Vallecas en 2019, y en la que hubo disparos y apuñalamientos con machetes.

Los cuatro procesados, tres de origen latino y uno español, también han negado su pertenencia a los DDP, pese a que la Policía les identificó en numerosas ocasiones en reyertas entre bandas, y dos de ellos han asegurado que no conoce al resto. «Tenemos amigos de todas las nacionalidades: españoles, dominicanos, ecuatorianos», han dicho dos de ellos ante el tribunal.

La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este martes el juicio a estos cuatro jóvenes, para los que el fiscal pide penas de cárcel de entre 4 y 34 años y medio por varios delitos de tentativa de homicidio, lesiones, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal.

Los hechos juzgados ahora recuerdan a los dos ataques, también de presuntos miembros de la banda Dominican Don’t Play, que causaron la muerte a machetazos de Jaime y Diego, dos jóvenes de 15 y 25 años vinculados a los Trinitarios, el pasado día 4 de febrero en Atocha y Usera. Estos sucesos han obligado a reforzar el operativo contra bandas juveniles en la región.

Las acusaciones a los pandilleros

En el juicio que arranca ahora el fiscal pide la mayor pena para Carlos Manuel S.E., alias El Huevo, quien ha reconocido haber disparado en el locutorio Julito de Puente de Vallecas con una pistola a Sandy, vinculado a la banda de los Trinitarios, a quien presuntamente acorraló junto a otras dos personas no identificadas que portaban una escopeta y un machete, con el que también apuñalaron a la víctima.

Para un segundo acusado, Mario Fernando O.R., el representante del Ministerio Público solicita 6 años de prisión por sendos delitos de pertenencia a grupo criminal y tenencia ilícita de armas, ya que justo antes de ser detenido arrojó a un garaje una escopeta y un machete.

A los otros dos procesados, Ángel José R.V. y Víctor Manuel A.P., el fiscal les imputa su integración en la banda ilegal Dominican Don’t Play (DDP), pidiendo 4 años de cárcel para cada uno de ellos.

El ataque por sorpresa

Los acusados persiguieron a Sandy, miembro de los Trinitarios, que recibió varios disparos y un machetazo

Los hechos ocurrieron alrededor de las 23:00 horas del 30 de septiembre de 2019 en la zona del bulevar de Puente de Vallecas, donde, según lo descrito por la Fiscalía, al menos seis presuntos miembros de los DDP -los cuatro acusados y dos menores- acometieron una «caída» contra sus rivales los Trinitarios.

En la «caída» en el Puente de Vallecas que se juzga ahora, El Huevo, junto a dos personas, persiguió, pistola en mano, a Sandy, que recibió varios disparos en el locutorio en el que intentó esconderse, relata el fiscal en su escrito.

Así lo demuestra la grabación de las cámaras de seguridad del establecimiento, unas imágenes que, en calidad de testigo, ha descrito la policía que las requirió durante la investigación.

«En un momento, Carlos Manuel, con la pistola, y su acompañante, con lo que parece una escopeta, encañonan a la víctima y salta mucho polvo por la detonación», ha detallado el agente a preguntas del fiscal.

En un momento, Carlos Manuel, con la pistola, y su acompañante, con lo que parece una escopeta, encañonan a la víctima y salta mucho polvo por la detonación"Declaraciones de un agente testigo

Durante su interrogatorio, El Huevo ha asegurado que disparó a Sandy porque este atacó junto a más de una veintena de personas a un amigo suyo, que era el propietario de la pistola.

Pese a las heridas de bala, Sandy se zafó del principal acusado y logró salir a la calle, donde recibió un machetazo por parte de otro joven.

Detención

Minutos después, según han declarado varios policías, localizaron a El Huevo -por un dibujo de Mickey Mouse en su sudadera- junto a otros tres jóvenes, el acusado Ángel José y los dos menores, que, «heridos» y corriendo «asfixiados» durante su huida, se dirigían en dirección a la Puerta de Atocha.

Al detectar la presencia de los agentes, intentaron ocultar dos machetes de grandes dimensiones y ensangrentados en unos arbustos, pero los policías pudieron verlos y los recuperaron.

Cuando procedían a su detención, según han relatado ante el tribunal, en la acera de enfrente otros agentes socorrían a un joven que había recibido un machetazo en la cara, una herida que le provocó la pérdida de la visión en el ojo derecho.

El juicio continuará hoy con la declaración de algunos de los agredidos y otros policías que intervinieron durante los hechos.