Entrevista a Alfredo Alvar, candidato a la Presidencia del Casino de Madrid
«El Casino de Madrid es la grandeza de España concentrada en su edificio, su patrimonio y sus socios»
El Debate visita el Real Casino de Madrid para hablar con Alfredo Alvar, candidato a la Presidencia de la institución, que pretende que el Casino vuelva a estar en la vanguardia cultural, científica y deportiva
El Real Casino de Madrid ha sido el hogar de la ciencia y la cultura madrileña desde el año 1836. Las tertulias organizadas teñían a la capital de un tinte cultural, artístico y científico elevado, donde el debate era la forma de comunicación por excelencia. La rica biblioteca del Casino de Madrid ha acogido a El Debate, con un ambiente donde los libros son los protagonistas y la cultura la reina de la casa.
Los últimos años del Casino han estado marcados por las distintas querellas y demandas judiciales hacia la Junta Directiva de la institución. Alfredo Alvar llega para renovar la Junta y hacer cumplir la ley, dejar de mirar al pasado y enfocarse en el futuro.
–¿Qué significa para usted ser socio del Casino de Madrid?
–Pertenecer a una institución que lleva funcionando desde el año 1836 y que ha sido una de las instituciones más prestigiosas en el mundo cultural y en el mundo científico que ha habido en Madrid, llena de orgullo a cualquier persona que le agrade la ciencia, la cultura y las bellas artes. Me siento muy orgulloso de ser socio del casino desde hace más de 20 años.
–¿Cómo ha sido la evolución del Casino de Madrid en los últimos años?
–No me gusta mucho hablar del pasado, pero ha debido de haber algún problema en la gestión de la institución cuando resulta que algunos socios se han visto obligados a presentar demandas y querellas judiciales contra la Junta directiva y la Presidencia del casino debido a su comportamiento ético. Incluso algunos miembros de la Junta Directiva y otros órganos de dirección del casino han ido dimitiendo de sus cargos porque se hacían cosas con las que ellos no estaban de acuerdo.
Mi interés es mirar hacia el futuro, dejar actuar a la Justicia y que se cumpla la ley
Concretamente, son media docena de demandas judiciales, además de un recurso que ha sido desestimado por la Audiencia de Madrid. No es una situación agradable. Se ha salido mucho en la prensa por situaciones judiciales y por broncas en la institución que la Presidencia ya no podía paralizar. La culpa no es de los que han demandado
–En caso de ser electo, ¿cómo piensa usted que puede solventar la imagen dañada del Casino tras el último tiempo de presidencia de Don Orbe Corsini?
–Si uno es electo es porque ha sido democráticamente elegido por los socios. Eso ya es un primer punto a favor de encaminar todo hacia la tranquilidad. No hay que olvidar que, además, el actual presidente ostenta un cargo para el que no ha sido elegido, sino que heredó por muerte del anterior. En segundo lugar, una vez que se tiene el referéndum democrático de los consorcios, hay que intentar conseguir un sosiego y una tranquilidad en la institución, y que esta vaya por el camino correcto. Mi interés es mirar hacia el futuro, dejar actuar a la Justicia y que se cumpla la ley.
–¿Qué es lo que usted más valora del Casino de Madrid?
–El Casino de Madrid tiene dos bienes fundamentales: tiene unos bienes materiales y tiene unos bienes inmateriales. Los bienes inmateriales del Casino de Madrid son espectaculares porque es una institución viva desde el año 1836 con una larguísima tradición de debate cultural, de debate político, de debate de todo tipo. En cuanto a los bienes materiales a la vista está la magnificencia del edificio, que tiene en su interior una de las mejores bibliotecas de Madrid dedicadas a todo. Concretamente en este rinconcito en el que nos encontramos hay una colección de ediciones del Quijote que, para mí, es de lo mejor que hay.
Miro al futuro con una monumental ilusión, porque vamos a conseguir que esta institución vuelva a ser vanguardia cultural y científica de Madrid
–¿De qué manera mira usted al futuro de la institución?
–Miro al futuro con una monumental ilusión, porque vamos a conseguir que esta institución vuelva a ser vanguardia cultural y científica de Madrid. Nos queremos centrar mucho en el mundo deportivo, en el golf, por ejemplo. Hay muchos practicantes de golf en esta institución y queremos que el nombre del Real Casino de Madrid esté en todos los grandes campeonatos de golf. Lo veo con una enorme ilusión. Otro de los objetivos es que los socios se agrupen entre ellos para su diversión, para su vida lúdica, que igual puede ser una reflexión filosófica, como puede ser senderismo de montaña. Es que el Casino de Madrid somos Madrid.
–El mundo está cambiando vertiginosamente y las personas también. ¿Cómo pretende llegar a las nuevas generaciones? ¿Se puede modernizar el Casino sin olvidar su esencia irremediablemente clásica?
–Nos queremos dirigir a la gente joven con intereses culturales, artísticos y científicos. El Casino de Madrid es un club muy selecto, lleno de gente con ganas de hacer actividades de todo tipo. No creo que haya otro sitio en Madrid dónde se pueda estar más a gusto y además, en pleno centro de Madrid. Tenemos convenios firmados con clubes de golf de los alrededores de Madrid para practicar el deporte o para irse a comer fuera de la capital los fines de semana, además de correspondencia con los mejores clubes de todo el mundo.
Las relaciones con otros clubes desembocan en un ambiente muy sugestivo
Si uno de nuestros socios tiene, por ejemplo, una reunión de trabajo en Sídney, tiene el mejor club que hay en Sídney a su disposición. Lo mismo ocurre en otras grandes ciudades como Nueva York o Londres. Ellos vienen aquí también, lo que desemboca en un ambiente muy sugestivo para aquel a quien le apetezca un ambiente sugestivo, que no pijo.
–El Casino de Madrid es un lugar de intercambio cultural, científico, artístico y social.
–Lo ha sido, dejó de serlo y ahora hay que recuperarlo. No es normal que en los dos últimos años aquí no se haya traído ningún premio Princesa de Asturias. Por aquí tendrían que haber pasado todos. No es normal que el Casino, con la cantidad de médicos, de químicos y de científicos que tiene, en la pandemia no haya estado más visible, aunque al menos fuese para nosotros, entre nosotros. Aquí la cantidad de foros que puede haber de discusiones es espectacular, aunque sean 15 socios los jueves en una cosa, otros 15 en otra. Todo esto es fascinante.
El Casino se convierte en una suerte de segunda residencia para muchos socios
El edificio, la sede del Casino, se convierte en una suerte de segunda residencia para muchos socios y eso es muy interesante. Esto tiene que estar en la vanguardia. El Casino de Madrid es la vanguardia. No las actividades externas al casino de Madrid que se celebran en el casino, sino las que nosotros mismos seamos capaces de promover y sufragar.
–¿Considera que el Casino es un lugar de reunión de personas con los mimos intereses?
–Hay tantísimos socios que si no se tienen los mismos intereses, da igual. Unos tiene unos intereses y los satisfacen y otros tienen otros y los satisfacen también. En esta riquísima biblioteca tenemos un archivo desde el siglo XIX con documentación del siglo XVII. Las encuadernaciones, el patrimonio bibliográfico, las primeras ediciones, todo esto no está muerto. Esto no puede estar muerto. A todo esto hay que darle vida por los socios y para los socios.
Las encuadernaciones, el patrimonio bibliográfico, las primeras ediciones, todo esto no está muerto
–Si pudiera enviar desde aquí un mensaje a los socios, ¿qué les diría?
–El mensaje que les mando es que nos ayuden a dotar de una grandiosa dignidad al Casino. No creo en otra cosa. Creo en el rigor y en la excelencia para esta institución.
–¿Cómo definiría usted el Casino de Madrid?
–La grandeza de España concentrada en un edificio y en sus socios. La grandeza de la España que ha sido está concentrada en este edificio, en su patrimonio y en sus socios.
Las propuestas de Alfredo Alvar
- Nuevos estatutos, necesarios para la regeneración institucional, como la limitación a ocho años del mandato de los directivos o la garantía de los bienes patrimoniales.
- Transparencia y derecho de información de los socios.
- Código ético y modelo de buen gobierno, lo que incluye la creación de la figura del «Defensor del socio».
- Innovación tecnológica y formación, con la creación de nuevas áreas de trabajo digital y la ayuda a los socios con la integración digital e informática.
- Participación de la mujer en la vida del Casino.
- Actividades culturales y recreativas, facilitando el acceso y conocimiento de la biblioteca, la potenciación de las tertulias y la correspondencia con otros clubes.
- Actividades deportivas y familiares al aire libre.
- Aumentar la calidad y variedad de los servicios.
- Contratos y convenios con terceros, centrándose concretamente en el golf.
- Actividades dedicadas a jóvenes y niños (Casino Mini y Junior).