La sumisión química es la administración de una sustancia con efectos psicoactivos a una persona sin su conocimiento, con el fin de anular su voluntadCreative Commons

Sucesos

Detenido por el uso de sumisión química en su pareja e hijos

El acusado esparcía una «sustancia rosa» en el té y la comida que sometía a los miembros de su familia

El pasado martes fue detenido en Villaverde Alto un hombre marroquí de 47 años por, presuntamente, maltratar y pegar a su pareja, de 41 años, y dos hijos mediante sumisión química. Este podría ser el primer caso en España de violencia machista bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.

Según la mujer, el padre echaba en el té y la comida una sustancia rosa, que los dejaba mareados e indispuestos. Esta sustancia resultó ser un químico, todavía desconocido, que conseguía anular la voluntad de los miembros de la familia. Las víctimas fueron trasladadas al Hospital 12 de Octubre, e inmediatamente se activó el protocolo por sumisión química; normalmente activado en casos de agresión sexual.

Los hechos

La Policía acudió al domicilio de la familia, en la calle de Godella, nada más recibir un aviso de un vecino del edificio, que escuchó una fuerte discusión entre el padre y uno de los hijos menores. Los agentes interrogaron por separado al padre y a la mujer: el hombre afirmaba que no había discutido con su hijo, sino con su mujer, sobre «cosas de familia».

«Inútil, yo te traje de Marruecos, si no no tendrías dinero, tienes que hacer lo que yo te diga....»Palabras del hombre hacia su pareja

La mujer, por su parte, confesó que su marido la había empujado contra la pared y que los malos tratos eran «frecuentes». Comentó también sus sospechas sobre el sabor amargo de las últimas comidas, así como una sustancia rosa que había encontrado – probablemente la causa de su indisposición tras tomar los alimentos–. En seguida, los agentes pidieron que acudieran más dotaciones policiales a la vivienda.

Uno de los hijos de la pareja, de 13 años, se unió a la confesión de su madre, añadiendo que las agresiones de su padre también eran verbales, insultando de forma habitual a la mujer, o recordándola que tenía que hacer «lo que él dijese», ya que si no «no tendría dinero». El menor y su hermano pequeño confirmaron que habían padecido el mismo malestar que su madre tras las comidas.

Mientras el agente interrogaba al niño, la mujer le mostró al policía unas bolsas con la sustancia rosa que había referenciado en su declaración. Estas bolsas se encontraban en una habitación de la casa a la que tenían prohibida la entrada, ya que el marido siempre la tenía cerrada.

La madre y el hijo desconocían que era la sustancia, pero aseguraban que el padre la «esparcía» en la comida y en la bebida

Tras las declaraciones, el padre de familia fue detenido y acusado de delito de violencia de género y contra la salud pública. La Policía Municipal recogió al hijo pequeño, de 10 años, del colegio y le trasladaron, junto con el resto de su familia, al Hospital 12 de Octubre, donde fueron ingresados bajo vigilancia y custodia policial.