Seguridad Vial  La ratonera de la A-6 en Madrid

Los carriles BUS-VAO son aquellos situados en algunas vías con una alta densidad de tráfico, de entrada, o salida a las grandes ciudades, y que se destinan a reducir la saturación de estas. Estos carriles no son accesibles para todos los conductores.

Como su propio nombre indica, esta alternativa está reservada para la circulación de autobuses (BUS) y para los vehículos de alta ocupación (VAO), es decir, aquellos en los que en su interior viajan dos o más ocupantes.

El carril BUS-VAO no está exento de sanciones, ya que hay gente que trata de utilizarlo con muñecos o maniquíes sentados de copilotos. En este caso, la sanción es de 200 euros por invadir el carril sin autorización.

Sin embargo, esta vía alberga un gran riesgo de colapso, sobre todo en las operaciones salida y entrada de las grandes ciudades. Este suele estar delimitado por muros de hormigón a sus lados, como el de la A-6, lo que en el caso de que haya algún accidente lo convierte en un «callejón sin salida». La entrada para los vehículos de emergencia y autoridades se convierte en una situación complicada que, al final, desenlaza en horas de retenciones kilométricas.

¿Trampa o solución?

Tema aparte es el peligro que supone para las personas que sufren accidentes y tienen que salir del vehículo para señalizar y esperar a los servicios de carretera.

El pasado 1 de mayo, las carreteras de Madrid, A Coruña, Badajoz y Toledo sufrieron grandes retenciones debido a los accidentes que se sucedieron en diferentes puntos de estos carriles. Tal y como recogió el boletín radiofónico de la Dirección General de Tráfico (DGT), alrededor de las 19:50 horas, continuaban las dificultades en la circulación por dos accidentes en las carreteras de salida de Madrid. Uno en la A-6, a la altura de Puerta de Hierro, y el segundo en la A-42, en el entorno de Parla, complicando desde el inicio de la Operación de Tráfico 1º de mayo que comenzaba el viernes 29 de abril a las 15:00 horas y finalizaba el lunes 2 de mayo a medianoche.

La anécdota

El pasado 6 de febrero de 2022, agentes de la Guardia Civil tuvieron que pedir el corte del carril BUS-VAO de la A-6 al recibir el aviso de que un perro, de raza galgo, había sido visto corriendo por el carril. Los agentes consiguieron que el suceso quedase en una anécdota al entregar el animal a los propietarios, reduciendo lo que pudo ser un accidente con consecuencias negativas en un suceso sin mayores repercusiones.

Accidentes en la A-6

Por desgracia, el carril BUS-VAO de la A-6 cuenta en su haber con víctimas mortales y varios accidentes o incidentes como el anterior. En febrero de 2012, dos mujeres, de 50 y 21 años, fallecieron a la altura de Majadahonda. El vehículo, ocupado por cuatro personas, dos de ellas resultaron heridas, se paró en la vía y fue embestido contra el muro que lo separa de los carriles principales de la carretera nacional, por un autobús. En el momento que fue notificado el accidente, acudieron: cuatro unidades de bomberos de la Comunidad de Madrid, dos UVI móviles del Summa y varios agentes de la Guardia Civil.

El accidente obligó a cortar de inmediato el carril BUS-VAO en sentido salida y un carril de cada sentido, de la colindante A-6, para que los servicios de emergencia pudiesen actuar.

Más reciente, en octubre de 2019, un conductor de 76 años invadió este mismo carril en sentido contrario y colisionó con dos coches, provocando un total de ocho heridos, entre los que se encontraba un niño de cuatro años.

Afortunadamente, no hubo que lamentar ninguna víctima mortal y lo que pudo acabar en desgracia, quedó en un susto importante para todos los implicados.

Tras las últimas retenciones sufridas en el puente de mayo, se reabre el debate sobre la utilidad de este carril en las operaciones de salida y de llegada. Lo que puede ser una solución para llegar antes a los lugares de destino se puede convertir en un riesgo para la seguridad vial, que puede repercutir en largos atascos a pocos kilómetros del lugar de partida o destino.