Pisos Madrid  Alquileres de pisos en Madrid: misión imposible

Según el portal inmobiliario Idealista, el precio de la vivienda en alquiler en nuestro país ha subido un 3,1 % en mayo de 2022

El precio de los alquileres en Madrid sigue subiendo y se está convirtiendo en «misión imposible» conseguir un precio coherente para vivir en la capital. Cada año, Madrid recibe una gran cantidad de estudiantes universitarios del resto de España y de otros países, que llegan para realizar sus estudios. La tónica habitual es que, la mayoría de ellos, estén en colegios mayores o residencias durante uno o dos años y luego den el salto a vivir con compañeros y amigos.

Según el portal inmobiliario Idealista, el precio de la vivienda en alquiler en nuestro país ha subido un 3,1 % en mayo de 2022. La media por metro cuadrado se sitúa en los 11,2 euros. Esta es una realidad que afecta a los países del sur de Europa, que todavía no han alcanzado el récord de septiembre de 2020 (11,5 €/m2).

Provincias al alza

  • Barcelona (17,1 %)
  • Cuenca (15,6 %)
  • Zamora (13,7 %)
  • Valencia (12,3 %)
  • Málaga (10,1 %)

Provincias a la baja

  • Granada (-0,6 %)
  • Ourense (-0,6 %)
  • Palencia (-0,9 %)

Top 5 ciudades más caras de España

Barcelona se sitúa como la ciudad con el metro cuadrado más caro de España (16,9 €/m2). La segunda ciudad de este ranking es Madrid, pese a no llegar a los precios de la Ciudad Condal, Madrid tiene el metro cuadrado a 15,4 euros por mes. El podio lo cierra San Sebastián, la capital donostiarra cerró mayo con un precio de 14 euros por metro cuadrado al mes.

Otra ciudad vasca, Bilbao, se queda «fuera de las medallas» por bastante poco. La ciudad del Guggenheim y la ría sigue de cerca a su vecina con un precio total del metro cuadrado de 12,7 euros. Este top 5 lo cierra Palma, la capital balear tiene «el precio más bajo», entre los más caros, con 11,8 euros por metro cuadrado cada 30 días.

Barrio de Salamanca de MadridEuropa Press

Los distritos de las tres primeras urbes se reparten las rentas más altas dentro del territorio nacional y, por ende, esto se replica en el alquiler de las viviendas. El barrio más cotizado de España es el de Ciutat Vella (Barcelona) situando su media en los 20 euros por metro cuadrado. Los distritos madrileños de Salamanca y Centro se encargan de cerrar la terna, de los barrios más caros para vivir, con 18,5 euros/m2 al mes.

Estudiantes en Madrid

Volviendo al tema de los estudiantes que vienen a Madrid para estudiar, el alquiler de los pisos se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para los jóvenes. El primero de los escollos que tienen que solventar es el de conseguir unos pisos muy cotizados. Las dos formas más extendidas para esta labor son: hacerlo a través de una agencia o a través de personas que cuentan con una gran red de contactos.

Las agencias ofertan una gran variedad de viviendas que se ajustan a una amplia gama de requisitos que presentan los futuros inquilinos. Sin embargo, una de las quejas que estos aportan es el alto precio por las gestiones que realizan. «Es que las agencias te meten una clavada por las gestiones que hacen, de un mes más IVA», afirma Vicente Martínez, residente en Madrid.

Otra de las opciones es la de los intermediarios. Estas personas muestran los diferentes pisos con los que suelen trabajar y se llevan una comisión por dicho trabajo. Aunque la diferencia relativa al precio de la comisión no suele variar mucho, esta alternativa ofrece otro tipo de ventajas. «Lo único es que los pisos suelen ser siempre para estudiantes y son mucho mejores que los que puedes tener una inmobiliaria», según el estudiante, Ramón Sánchez, este es uno de los principales alicientes a la hora de contactar con estos intermediarios.

Cosas a tener en cuenta para elegir zona

Otro de los aspectos a valorar, para un estudiante, a la hora de elegir el lugar en el que desarrollar su día a día es la ubicación de la vivienda. La dicotomía de los jóvenes se encuentra entre la cercanía respecto a su trabajo o centro de estudios o, por el contrario, la distancia entre su casa y la zona en la que desarrollar su día a día.

Nosotros preferimos una ubicación más o menos céntricaAlberto Caballero, estudiante universitario residente en Madrid

En el caso de Alberto Caballero y sus compañeros de piso, la vida en el centro de Madrid pesó más que los largos trayectos hasta sus universidades. «Nosotros preferimos una ubicación más o menos céntrica». Por el contrario, Vicente Martínez y sus compañeros, recién graduados, se inclinaron más por un piso que estuviese cerca de sus respectivos lugares de trabajo.

¿Cuánto cuesta vivir en Madrid?

El alquiler de los pisos es uno de los elementos que más encarece la vida en la capital. Además de la mensualidad correspondiente, los jóvenes deben pagar otras cosas como: comida, transporte u ocio. Lo que convierte la capacidad de ahorro en un espejismo. «Si buscas comodidad a la hora de vivir, tienes que dejar de lado el ahorro», afirma Vicente Martínez. La comodidad de vivir en el centro de Madrid es uno de los elementos que más encarecen los pisos. Este es un hecho que también tiene claro Alberto Caballero, «No sé si se aprecia, que nuestro piso es muy antiguo, no está nada reformado, y aun así pagamos la zona».

Los distritos de Salamanca y Chamberí son los más caros para comprar vivienda en MadridJosé Ramón Pérez

Pero el alquiler de los pisos no es lo único que hay que sumar a la lista de gastos de los jóvenes emancipados en Madrid, los alquileres pueden no incluir la luz, el gas, el agua o la comunidad, lo que aumenta el gasto. Además, el estudiante que viva por la zona de Moncloa, y que quiera pagar una mensualidad por una plaza de garaje, debe saber que ese precio está entre los 150 y los 200 euros. Seguimos sumando. Además, el ocio nocturno, la comida o un gimnasio también hay que añadirlos a lista de gastos.

Según estos jóvenes, la vida en Madrid, durante un mes «relativamente tranquilo» puede salir en torno a los 900 o 1.000 euros. Gasto que generalmente se encuentra sufragado por los padres de estos, o en el caso de las personas que se lanzan al mundo laboral, por un sueldo que se queda sin capacidad de ahorro, ni a corto ni a largo plazo.