Uniqlo y otras marcas que han llegado a la Gran Vía para quedarse

El corazón comercial de Madrid estaba de capa caída en los últimos tiempos, pero parece que está levantando cabeza. Lo hará gracias a proyectos tan ambiciosos como el de Uniqlo, una marca de ropa japonesa que acaba de abrir las puertas de su segunda tienda en la capital española.

La cadena textil –propiedad del grupo Fast Retailing– ya suma 67 tiendas en varios puntos de Europa y en España cuenta con cuatro sucursales en Barcelona, con lo que la nueva apertura supone la sexta del país. La ubicación en Gran Vía 37 no es casual. La marca busca atraer no solo a consumidores locales, sino también aprovecharse del constante flujo de visitantes extranjeros.

Pero no es la única gran apertura a la que hemos asistido este año. Su principal competidor, el grupo Inditex, inauguró en abril el Zara más grande del mundo en la plaza de España, con un local de 7.700 metros cuadrados. Además, otras tiendas del gigante textil como Oysho, Stradivarius, Bershka o Lefties se encuentran a un tiro de piedra del apodado 'Zara japonés'. Por otro lado, a principios de año, WOW Concept también estrenaba local en Gran Vía 18, revolucionando completamente el mercado de la moda y abriéndose paso como pionero de una tendencia que busca aunar la venta física y la digital.

Las tres tiendas tienen un mismo objetivo: ofrecer a sus clientes una experiencia de compra única, ya sea desde la comodidad de sus casas si eligen el modo online o mediante la visita presencial a sus emblemáticos edificios. Para lograrlo, todas ellas han enfocado su atención en la digitalización. Uniqlo cuenta con 18 cajas de autopago frente a cinco cajas tradicionales, además de disponer de un punto de recogida para pedidos por internet, y una zona con tablets para que los clientes puedan personalizar las camisetas a su gusto.

Zara también apuesta fuerte por la tecnología ofreciendo a sus compradores servicios de localización de artículos y de reserva de probadores, además de permitir la adquisición de productos escaneándolos con el móvil mediante la función `Pay & Go´. WOW Concept es la que hace el mayor esfuerzo por fusionar la venta física y la digital, y cuenta entre otras cosas con un estudio para que los instagrammers puedan tomarse fotos y compartirlas en redes sociales.

Sin embargo, Uniqlo cuenta con varios elementos diferenciadores. Debido al ritmo de vida frenético e insustancial en el que estamos inmersos – eso que Bauman llamaría `tiempos líquidos´– estamos siendo testigos de un progresivo fenómeno slow que está cogiendo pulso para instalarse definitivamente. Se trata de una filosofía de elogio a la lentitud, que busca enfocarse en una vida más plena y calmada en la que podamos disfrutar de los pequeños placeres del día a día. Esto tiene su reflejo en la arquitectura, con el slow living que tanto se ha puesto de moda a raíz de la pandemia. Y en el mercado de la moda está pasando exactamente lo mismo. Hay un nuevo público que demanda ropa duradera y de buena calidad. Uniqlo lo sabe y quiere satisfacer esta necesidad de sus clientes, y para ello pone a disposición de los consumidores ropa minimalista, de estampados y cortes simples y tejidos de buena calidad. Además, ofrece un servicio de sastrería y reparación para prolongar la vida útil de las prendas, convirtiéndose en un referente de la slow fashion. Para que nadie se quede fuera, Uniqlo también se caracteriza por ser una marca inclusiva en la que podemos encontrar tallas que van desde la XXS hasta la XXL.

Así, la compañía nipona de Tadashi Yanai, se abre camino en una Gran Vía llena de curiosos que entran sorprendidos al nuevo establecimiento y disfrutan de la moda en el espacio que antes albergaba el famoso cine Avenida y la sala de espectáculos Pasapoga. Las impresiones de los jóvenes sobre la marca que viste Federer, van desde la apreciación de la alta calidad de la ropa hasta las reticencias por los, a su juicio, elevados precios.

En definitiva, con todas estas nuevas boutiques, parece que la revitalización de la Gran Vía es una realidad. Podemos decir que, afortunadamente, la calle comercial más concurrida de nuestra ciudad está despertando de un periodo de letargo.