¿Quién cuida a los que cuidan?

Ser sanitario es una profesión de primera línea. Son ellos los que vivieron con mayor intensidad los momentos más duros de la pandemia. Son ellos los que tuvieron que decidir a quién priorizar a la hora de ocupar las limitadas camas de la UCI. También son ellos los que recibieron aplausos desde los balcones de todos los barrios.

Sin embargo, por muchos vítores que les dedicáramos desde nuestras terrazas, la realidad es que se han sentido ninguneados por el sistema. Repetían que no eran héroes, solo personas ejerciendo su profesión con todo el arrojo que exigía el momento. Con el pretexto de la vocación se les pidió más de lo que humanamente era posible. Y esto acabó teniendo consecuencias.

Jornadas de Salud Mental

Durante las Jornadas de Salud Mental de los médicos de la Comunidad de Madrid, se han revelado algunos datos que dejan entrever el desgaste emocional que presentan los sanitarios de nuestra comunidad.

El presidente del ICOMEM (Observatorio de Salud Mental del Ilustre Colegio Oficial de Médicos e Madrid), Manuel Martínez-Sellés, ha compartido su pesar por la cantidad de profesionales de la rama sanitaria que están necesitando ayuda en el terreno de la salud mental tras la pandemia. Y añade: «El porcentaje que más me asusta es el del 'síndrome de burnout', que cada vez se observa más en médicos jóvenes».

Según la encuesta que se ha realizado desde el organismo para evaluar el estado general de los profesionales, el 62 % de los 355 sanitarios a los que se les preguntó contestaron que se sentían cansados, trabajando demasiado y desgastados siempre o todos los días. Esto corrobora que un alto porcentaje de ellos sufre un agotamiento emocional. Los datos muestran que los más afectados por este cansancio han sido concretamente los que ejercen en Atención Primaria y urgencias extrahospitalarias, ya que según el ICOMEM el 92 % de ellos sufre el síndrome de burnout.

Las cifras que se obtuvieron de un estudio similar en 2016, confirman que el problema aumenta exponencialmente, ya que el ya mencionado síndrome se observaba en el 12 % de los sanitarios de medicina familiar y en el 6 % de los dedicados al ámbito de la pediatría.

José Antonio Valero, tesorero y coordinador del Programa de Atención Integral del Médico Enfermo del ICOMEM, ha llamado la atención sobre el problema y ha afirmado que «si no se mejora la salud mental de los médicos se va a ver finalmente perjudicado su trabajo asistencial».

Tasa de suicidio

Hay que hacer mención especial al grave problema que supone la elevada tasa de suicido en nuestro país, que ya constituye la primera causa de muerte no natural. Según los datos más recientes de 2020, un total de 3.941 personas se suicidaron en España: 11 cada día.

Si la tasa de suicidio en la población general es de un 0,8 % , la de los profesionales médicos es de 1,3 %, según ha indicado Ángel Luis Rodríguez, responsable de salud mental del sindicato Amyts. Y eso sin tener en cuenta que los datos en este área pueden no ser exactos debido a la complejidad de determinar la causa de muerte. Luis Rodríguez resalta que «normalmente, los forenses dicen que hay muchas muertes consideradas como accidentes por el INE, pero que a ellos les da la impresión de que han sido suicidios por cómo se ha producido.»

El problema es que la salud mental de los médicos puede no estar siendo tenida en cuenta lo suficiente. Por la labor que desempeñan, siempre se les ha otorgado el rol de cuidador y no el de ser cuidado, pero hay que recordar que son personas con sus batallas y sus demonios. También merecen ser cuidados todos esos sanitarios que nos cuidan.