José Luis Martínez AlmeidaEuropa Press

Madrid

Almeida a Sánchez: «Cuando se comete un delito conviene ponerse del lado de las víctimas y no de los delincuentes»

Las negociaciones del acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial avanzan más despacio de lo previsto

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dejado claro a Pedro Sánchez, que desde el «engaño, la mentira y el fraude» no puede contar «ni con el PP ni con Feijóo», con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El alcalde ha instado al Presidente a ser consciente de que le debe «un mínimo de lealtad a los españoles», especialmente a los catalanes, y que «cuando se comete un delito conviene ponerse del lado de las víctimas y no de los delincuentes, aunque dependas políticamente de ellos».

Toda esta tormenta se debe a que las negociaciones para el acuerdo para la renovación del CGPJ se están retrasando. El motivo: según afirma el alcalde, en la reunión de Sánchez y Feijóo el pasado 10 de octubre, se pactó no tocar el delito de sedición y que no habría magistrados «afines a ERC» en el Tribunal Constitucional. Sin embargo, Sánchez hizo declaraciones contrarias a sus promesas la semana pasada, lo que ha provocado que el PP se cierre a negociar hasta que se retracte.

Pedro Sánchez y Alberto Nuñez FeijóoGTRES

Almeida ha reiterado la buena voluntad del Partido Popular, que desea llegar a un acuerdo, siempre y cuando el Presidente tenga un «mínimo de lealtad» al orden constitucional y de «respeto» por los españoles. También ha afirmado que «desde el engaño no hay pacto ni acuerdo posible.»

Para ilustrar lo que esto supone, el alcalde ha utilizado la siguiente imagen frente a los periodistas: «Pónganse ustedes en que sufren un delito (...) como los españoles sufrimos el delito de sedición. Que quien comete el delito no se arrepiente, sino que les dice a la cara que si puede lo volverá a hacer (...) Y que entonces el presidente del Gobierno en vez de ponerse del lado de ustedes se pone del lado del delincuente y le dice ‘pues no te preocupes porque te voy a rebajar la pena’. Eso es lo que está pasando.»

Por el momento, para el alcalde, «la puerta está cerrada, no con llave, porque la llave se llama Constitución».