El secreto oculto del Congreso de los Diputados: construido sobre un cementerio

La Cámara Baja ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, desde el nombramiento del Rey Don Juan Carlos hasta el trámite para aprobar los últimos Presupuestos del Estado que han levantado ampollas por la previsión económica de nuestro país y los socios de Gobierno que en el pasado asesinaron vilmente a 853 personas. El órgano constitucional ha pasado por momentos álgidos de la historia como la firma de la Constitución de 1978 o el relevo monárquico de Felipe VI, entre muchos otros; pero también ha sufrido situaciones críticas de la democracia, como el fallido golpe de Estado a manos del teniente coronel, Antonio Tejero y el resto de compañeros de la Guardia Civil.

Ante el paso de los años y los acontecimientos, el edificio institucional ha permanecido intacto hasta nuestros días, con alguna que otra reforma que ha dado a conocer un secreto oculto. El Congreso de los Diputados está construido sobre un cementerio. Muchos de ustedes se preguntarán cómo es esto posible, en qué cabeza cabe que se edificara una cámara política sobre un camposanto. La verdad es que no sorprende esta decisión viendo el historial político de nuestro país, pero como todo, tiene una explicación histórica y principalmente económica.

Durante los siglos XVI y XIX, en la calle de los Jerónimos estaba el convento del Espíritu Santo, el edificio acabó en llamas en 1823 y el lugar fue abandonado por los frailes que residían en él. Once años más tarde, en 1834, algunas instituciones decidieron que era la ubicación perfecta para erigir un nuevo edificio destinado a la política. Durante las obras de derrumbe y construcción, los políticos se reunían en el Teatro Real, un lugar poco acertado por los tintes humorísticos que desprende la relación entre las Cortes y el teatro.

Cuando los religiosos fallecían, los cadáveres eran enterrados allí mismo y, por lo tanto, el Congreso de los Diputados se construyó sobre cadáveres. No fue hasta el año 2009 cuando se reveló este secreto con motivo de una reforma en el sótano del hemiciclo. Los operarios estaban trabajando en el saneamiento cuando para sorpresa de ellos y de todo el mundo se encontraron restos humanos. Los trabajos de rehabilitación se pararon inmediatamente y todas las alarmas saltaron al pensar en un primer momento en un posible asesinato, hipótesis que se descartó por la antigüedad de los huesos.

En el momento se descubrieron dos cráneos y algunos huesos, pero no se abrió un proyecto de excavación. El vicesecretario del acción institucional del PP, Esteban González Pons, señalaba en una entrevista a El Debate que «no solo se encuentran restos humanos del cementerio, sino también una cripta. No se sigue excavando, pero si se cavase debajo del hemiciclo, se encontrarían tumbas de los siglos XVI, XVII y XVIII». El político 'popular' también señaló que bajo el atril del Congreso están los restos de una mujer, Magdalena de Guzmán, segunda marquesa del Valle de Oaxaca, la nuera de Hernán Cortés.

Estos cuerpos han sido testigos de las idas y venidas de los políticos, de una dictadura y su correspondiente transición a la democracia, del nombramiento de dos Reyes, de un intento de golpe de estado, de la firma de la actual Constitución... En la actualidad, observan la entrada y salida de políticos y 'filoetarras' que dirigen nuestro país.

Postdata: cuenta la leyenda que, cuando se aprueban estas cuenta presupuestarias como las de este año a manos de políticos que deterioran nuestro país, las almas que descansan bajo el Congreso lloran por todo el edificio. Si no pregúntenselo a los guardias de seguridad que custodian la cámara por las noches.