La casa de Iván, en la calle Alberti 1, siendo derruidaI.F.M / Iván Fuentes Medina

Madrid

«Lo que queremos es que acabe este sufrimiento»: el relato de un afectado de la línea 7B de metro

Hablamos con Iván, un joven de 22 años que se cuenta entre los afectados por la tragedia de la línea 7B de metro

El drama de la línea 7B de metro ha dejado a su paso un rastro de vidas marcas por la tragedia. Todo empezó en 2007, cuando fue inaugurada la línea que daría conectividad a San Fernando de Henares y Coslada. El nuevo trazado traería consigo un sinfín de problemas del terreno y filtraciones de agua, lo que provocó que las casas cercanas se vieran afectadas con grietas. La situación finalmente se volvió insostenible y desembocó en el desalojo de muchos vecinos e incluso, en algunos casos, en el derrumbamiento de sus casas.

Plano de la línea 7 de MetroMetro de Madrid

La historia de Iván y su familia

Iván, un joven de 22 años, es uno de los afectados por el mal estado del metro. Su familia y él comenzaron a ver agrietarse la pared de su hogar en abril de 2021 y el 22 de septiembre de ese mismo año les llegó una solicitud de desalojo. La solución que les ofrecieron fue trasladarse a un aparthotel a 12 kilómetros de su antigua residencia. Iván nos relata que salieron de sus casas creyendo que se trataba de algo temporal: «salimos con la esperanza de que iban a arreglar nuestras casas y que en cosa de tres o cuatro meses íbamos a volver».

Salimos con la esperanza de que iban a arreglar nuestras casas y que en cosa de tres o cuatro meses íbamos a volverIván, afectado de la línea 7B de metro

Sin embargo, a medida que pasaban los meses se dieron cuenta de que la vuelta atrás no iba a ser posible. Sus peores pronósticos se cumplieron el día que les dijeron que recogieran las pertenencias que pudieran en tan solo media hora: su casa iba a ser derruida. Como tantas otras familias, Iván y sus padres, al percatarse de la magnitud del problema, habían comenzado meses antes a hacer conjeturas sobre qué objetos se llevarían en caso de que sus temores se confirmaran. La padres de Iván, Eva y Juan, fueron los únicos de la familia que pudieron entrar, acompañados de los bomberos, –pues en ese punto ya había riesgo de derrumbamiento– y salvar algunos de los objetos más importantes entre los que se encontraban algunos de utilidad y otros de valor sentimental, pero en tan poco tiempo apenas pudieron rescatar nada. «Fue horrible» –nos relata el joven,– «nosotros pudimos salvar algunas cosas, pero algunos vecinos una vez abrieron la puerta de su casa se derrumbaron por completo y se quedaron en estado de shock. No sabían qué coger, se quedaron paralizados».

Vecinos desalojando sus casasI.F.M / Iván Fuentes Medina

A pesar de todo, la situación actual de Iván y su familia es esperanzadora en comparación con la de algunos otros afectados. Ellos han perdido su casa, pero el joven nos cuenta que algunos vecinos además se han quedado sin su negocio, lo que les deja en una situación muy difícil. Después de pasar unos meses en el aparthotel, Iván y sus padres han podido alquilar una casa a través de una amiga, lo que les ha facilitado los desplazamientos, pues han podido volver a San Fernando de Henares. Iván nos cuenta que la solución que se ofrecía a las familias después de esos meses con el alojamiento pagado era una ayuda de 798 euros, lo que los vecinos consideran insuficiente por no poder pagar un alquiler con ese dinero. Además, no tienen en cuenta que los afectados tienen que buscar una casa amueblada, pues han perdido todo el mobiliario que tenían en propiedad, y a eso hay que sumarle que algunos arrendadores no se fían de que les vayan a poder pagar, lo que acaba haciendo que sea un quebradero de cabeza encontrar un lugar en el que vivir. «Y también nos piden, por ejemplo, ingresos mínimos. Algunos vecinos que son mayores viudos, con la pensión, no llegan. De los 24 a los que se nos dio esa alternativa, solo diez han podido disfrutar ese dinero.» De momento, están a la espera de cobrar las indemnizaciones, que esperan lleguen pronto.

La casa de Iván, en la calle Rafael Alberti 1, derruidaI.F.M / Iván Fuentes Medina

La lucha por la visibilización

Por su parte, Iván se puso manos a la obra desde el primer momento para contar la odisea que estaban viviendo los sanfernandinos. «Como realizador audiovisual me tiré a las redes sociales y a la calle para que todo el mundo conociera esta situación. Y lo conté a mi manera, con una cámara y con un micro y realicé varios cortometrajes.» El joven también ha estrenado un documental llamado «Vidas Rotas» que expone la situación.

En total, ya son más de 615 viviendas afectadas, y los últimos desalojados fueron otras 30 familias en el mes de septiembre. Iván nos dice que lo único que piden es «que acabe este sufrimiento y podamos vivir tranquilamente.»

Este es un problema que nos afecta a todos los madrileños, aunque en este caso el territorio afectado haya sido San FernandoIván, afectado de la línea 7B de metro

Iván Fuentes, cuya casa ha sido derruida como consecuencia de la mala situación de la línea 7B de metro

Además, como subraya, se trata de un problema que afecta a todos los madrileños, pues hay «una línea que está cerrada y ha cerrado hasta nueve veces, con lo cual no la estamos disfrutando». Como dice el joven, aquí da igual de que parte de Madrid seas, el problema es de todos.