Ramiro Villapadierna: «Shakira y la música son las mejores embajadoras del español y de la cultura»
El director de la Oficina del Español en Madrid recibe a El Debate para hablar sobre los objetivos de la entidad, la persecución de la lengua y su situación actual
Ramiro Villapadierna fue nombrado director de la Oficina del Español en Madrid tras la dimisión del actor y político Toni Cantó. Villapadierna asumió un cargo que afronta con ilusión y optimismo. Su formación y profesionalidad le han llevado a ser director de la Cátedra Vargas Llosa, director del Instituto Cervantes en Praga y Fráncfort, corresponsal internacional de prensa en una veintena de países, estudioso de los nacionalismos y totalitarismos, comentarista, articulista y comisario de exposiciones.
–¿Por qué un hombre como usted que es amante de las letras entra en política? Entiendo que es partidario de las ideas del PP.
–Bueno, yo estaba hablando con la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de Madrid sobre un proyecto que estábamos haciendo entre Madrid y Miami, y surgió de modo espontáneo. La consejera me dijo: '¿Por qué esto no lo haces para nosotros? No quiero que me digas ni que sí ni que no, piénsalo un poco, háblalo con Vargas Llosa' –porque yo dirijo la Cátedra–, y finalmente le dije que sí. Surgió del plano profesional. Por otro lado, creo que el proyecto cultural que lleva adelante Marta Rivera en Madrid está dando resultados porque es visible, incluyente y muy internacional al mismo tiempo. Todo eso me gustaba, y esa la razón.
–Tras haber presidido instituciones culturales europeas e iberoamericanas, ¿cree usted que España está sufriendo un deterioro cultural?
–Yo soy tan amigo de la tradición como del futuro, ¿por qué? Porque el futuro es donde vamos a vivir. Lo que no quiero es estar repitiendo cosas que ya los del 27 abordaron, los del 98, la Edad de Oro... Conocer la tradición es fundamental para saber qué estás haciendo nuevo. Mucho de lo que se hace hoy en día es puro consumismo de novedad porque no conocen de dónde viene; se están repitiendo esquemas, preguntas filosóficas, cuestiones sobre la libertad que están más que abordadas por expertos y que deberíamos partir de ese escalón. La tradición es muy importante, pero donde vamos a vivir es en el futuro, no en el pasado del español.
–Desde que accedió al cargo, ¿qué cambios laborales ha supuesto en su vida?
–La verdad que ninguno. Otra cosa es que yo haya querido aparcar actividades. Creo que cuantas más semanas llevo en este proyecto de capitalizar desde Madrid a la comunidad iberoamericana en su conjunto, veo que la capital tiene todo el derecho y la legitimidad para hacerlo y agarrar esa bandera y convocar a toda la cultura iberoamericana. Me parece tan ilusionante que no puedo hacer otras cosas al margen. Otro asunto es que Vargas Llosa quiera que me mantenga como consultor suyo, es un honor en realidad.
Conocer la tradición es fundamental para saber qué estás haciendo de nuevo
–¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando le propusieron un proyecto de tal magnitud?
–Pienso que ya era hora de que este fenómeno del español y de la cultura panhispánica en el mundo tenga un formato. Una cosa es hablar de ella, pero si no le proporcionas el formato, el marco de realización, las herramientas... Aquí tienes una administración, un aparato del estado en Madrid dispuesto a abordar este proyecto. El recorrido es muy largo, es decir, la Oficina del Español se llame como quiera en el futuro va a seguir porque es un fenómeno natural. Mi impresión fue que este proyecto ha nacido para quedarse y durar en el tiempo.
–¿Cree que su nombramiento favorece al español?
–Espero que sí; sobre todo favorece el ver tu cultura desde fuera. Incluso ayuda a volver reconciliado porque, cuando estás en casa, no valoras siempre lo que tienes. Después de ver cómo otras culturas pelean en el mundo por marcar su perfil, dices: 'bueno, es que nosotros lo tenemos todo regalado'. Cuando tienes las cosas regaladas es como cuando eres de una vieja familia donde tu abuelo hizo cosas muy importantes. Y tú tienes la mitad de la dinámica que tus compañeros de clase, que lo tienen que hacer ellos mismos. Yo he visto nacer estados y naciones en los últimos 30 años, sobre todo en la Europa del este, y cuando ves como han trabajado sus políticas culturales exteriores, vemos que hay mucho que aprender de cómo lo hacen los más pequeños.
Este proyecto ha nacido para quedarse y durar en el tiempo
–De sus años en el Instituto Cervantes en Fráncfort y Praga, ¿qué ha aprendido que pueda ser útil para la Oficina del Español?
Los alemanes por ejemplo, que tienen una historia muy trágica de nacionalismos, fascismos y comunismos, han reunido todo porque ellos crearon todas las ideologías que tenemos hoy en día. Pues su proyecto cultural se llama 'diálogo', se han dado cuenta que es una corriente que puede incluir muchas cosas: música, debates sobre el progreso y el pasado, la tradición y el futuro, puede incluir los conflictos regionales... Ellos lo que pretenden aportar es un marco que se llama 'Dialoguemos sobre esto', ¿qué ha pasado con eso? Que han configurado ellos mismos su perfil. Esto es lo que se conoce como diplomacia pública, ver qué perfil quieres aportar al mundo y cómo quieres servir. Si no defines cómo quieres ser visto y trabajas por esa imagen, van a ser otros quienes vayan a fabricarla. Lo que se aprende fuera, en instituciones culturales como el Cervantes, es que la diplomacia cultural es hoy tan importante para relacionarte con el resto del mundo.
–¿Qué objetivos tiene la Oficina del Español en Madrid?
–El trabajo es proactivo, es ver qué vamos a hacer para ser un polo de atracción, qué vamos a hacer con los estudiantes que eligen Madrid, cómo les vamos a facilitar la vida... La idea es trabajar para que estos estudiantes que van a ser el futuro de sus propios países, también se conviertan en los embajadores de Madrid y del conjunto de España cuando estén de vuelta en su países, incluida la idea de mantenerlos siempre vinculados a la capital.
Si no defines cómo quieres ser visto y trabajas por esa imagen, van a ser otros quienes vayan a fabricarla
–¿A título personal se plantea conseguir unos objetivos concretos?
El primer proyecto que está trabajando la Oficina del Español es que vamos a estar en el Congreso Internacional de la Lengua en Cádiz con una oferta propia que tiene que ver con que todos los acentos caben en Madrid. Los acentos nos enriquecen y nos dan las dimensiones de nuestra lengua. Los mejores fonéticos y fonólogos van a llevar un debate sobre cómo el acento en nuestra lengua es libre a diferencia de otras donde es muy marcante, clasista, encasilla mucho... Por tanto, hay esfuerzos sobrehumanos por parte de las élites de practicar un acento en concreto. En cambio en el español no existe eso.
Además, vamos a convocar un concurso popular alrededor del Congreso de la Lengua para que los interesados puedan participar a través de una serie de medios de comunicación con la propuesta de 'Tu acento me gusta'. También tenemos otras cosas en mente como el 'Festival de la Hispanidad' que hará de Madrid un polo musical dentro de la industria que hoy día es la mejor embajadora del español y de la cultura. Ahí tienes a Shakira que saca un vídeo hace dos semanas y se convierte en el más visto de la historia en 24 horas, esto es un ejemplo de que la música es el mejor transmisor de la lengua.
–¿Cómo calificaría la persecución del español en Cataluña?
–Yo lo veo como una persecución de personas, a mí lo que me importan son las personas, no las regiones, los idiomas, los países... Lo importante son las personas porque a quien se le quita la libertad son a ellas, y eso es lo que no puede suceder porque las personas están protegidas por la ley, son ciudadanos de un estado. No se les puede quitar libertades, lo que tenemos que defender es la capacidad de obrar con libertad. Es obvio que hay comunidades autónomas de España donde las personas ven limitadas sus libertades, no la lengua catalana o española, eso no tiene derechos, quienes los tienen son las personas.
Vamos a estar en el Congreso Internacional de la Lengua
–¿A qué se debe la politización del español?
–En una palabra porque hay negocio. Europa tiene 270 lenguas y 27 países, tocamos a 10 lenguas cada uno. En España no tenemos tantas, hay países con culturas mucho más complejas que se han estado matando hasta ayer por la tarde. Hay países con una historia cultural infinitamente más compleja que la nuestra, si me preguntas por las diferencias, es que ellos no hacen política de la cultura. El momento en el que un país quiere convertir la cultura en política empieza a haber ventajas e inconvenientes, favorecidos y desfavorecidos, quienes se sienten privilegiados y quienes se sienten desprivilegiados porque haces política con ello y lo has sacado del ámbito cultural. Alemania tiene 107 dialectos y siete lenguas, y te dicen desde un primer momento que lo que hace España no es eficiente porque política significa presupuestos, dinero, etc.
–Como experto en nacionalismo, me gustaría que hiciese una radiografía entre el nacionalismo catalán ligado al español
–Antes de nada, me gustaría que quedase claro que no hay relación entre este análisis con la Oficina del Español, sino con mi papel como experto en la materia. El nacionalismo es una queja, el patriotismo es hacer cosas; el patriotismo es sumar, mientras que el nacionalismo es restar. El nacionalista es una persona que dedica un par de minutos al día a pensar que su vida habría sido distinta si 'x' episodios históricos no hubieran sucedido. El resto de las personas no se dedican a pensar esto porque no están en queja con su pasado y creo que eso es muy importante. Es como el que se queja de que su padre es bajito, tú puedes darte cuenta de que si tu padre es bajito, tú no serás más alto... La cosa es cuántas veces al día te dedicas a pensar en ello. Hay quien le dedica un minuto de su vida y se acabó, y hay otros que todas las tardes se acuerdan de que podrían ser más altos.
Lo que hace España no es eficiente porque política significa presupuestos, dinero
–¿Hacia dónde va el español, cuál es su evolución?
–Es una pregunta con varias respuestas porque en cuanto a cantidad que es lo que les gusta a los políticos el español siempre está aumentando. En cuanto a presencia, que es lo importante realmente, hay muchas dudas y digamos que lo que hay que hacerse son preguntas concretas para trabajar en la dirección concreta. La presencia del español es muy inferior a su cantidad de hispanohablantes. Entonces, que estemos siempre limitando por la cantidad y no trabajemos en la presencia demuestra que estamos enfocando mal las cosas.
Otro aspecto importante como he comentado antes es que la música es el primer canal de difusión de una lengua y una cultura. Ahora asistimos como los 50 años anteriores al momento brutal de la música en inglés que nos ha hecho a todos aprender canciones en esta lengua, esto está sucediendo ahora mismo con el boom hispano en todo el mundo y debemos aprovecharlo.