Fresco de la Apoteosis de San Antonio en el interior de la cúpula de la iglesia de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

Madrid

San Antonio de los Alemanes, ´la Capilla Sixtina´ de Madrid diseñada por Pedro Sánchez

En el madrileño barrio de Malasaña, concretamente en la calle de la Puebla 22, encontramos una de las iglesias con mayor afluencia turística de la capital. No es para menos, pues tras sus sobrios muros exteriores podemos adentrarnos en lo que muchos han apodado como ´la Capilla Sixtina´ de Madrid por estar enteramente empapada de frescos que trepan por sus paredes y su cúpula. El templo fue declarado Monumento Nacional en 1976.

Orígenes

Aunque actualmente la iglesia recibe el nombre de San Antonio de los Alemanes, tiempo atrás fue fundada como San Antonio de los Portugueses, ya que fue edificio anejo del Hospital de San Antonio y financiada con fondos portugueses. Se trata de una construcción barroca diseñada por el arquitecto Pedro Sánchez, cuyas obras terminaron en 1630 cuando Portugal todavía formaba parte de los reinos hispánicos bajo el dominio de los Austrias. Más tarde, con la escisión de Portugal como reino independiente en 1640, y tras la firma del Tratado de Lisboa en 1668, la reina Mariana de Austria (esposa de Felipe IV) cedió el espacio a la comunidad católica alemana, que se había multiplicado desde la llegada de Mariana de Neoburgo (esposa de Carlos II, hijo de Mariana de Austria) y que decidió conservar la advocación del santo portugués.

Retrato de Mariana de Austria a los pies de la iglesia de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

Sin embargo, en 1701 la propiedad pasó a la Hermandad del Refugio, una entidad fundada por el padre jesuita Bernardino de Antequera, siervo de Dios que actualmente está en proceso de canonización. Era confesor de los dos nobles, Pedro Laso de la Vega y de Jerónimo Serra y logró sumarlos a la causa de la Hermandad del Refugio. Los tres se consagraron a las obras de caridad y especialmente a cumplir con la primera de las obras de misericordia: «dar de comer al hambriento». Su actividad consistía en prestar ayuda a los necesitados, haciendo lo que se llamaba ´la ronda del pan y del huevo´. El dicho «si pasa no pasa» hace referencia al ritual llevado a cabo para separar los huevos que iban a ser repartidos de los que no, por ser considerados demasiado pequeños y poco dignos de la monarquía hispánica (pues los reyes pertenecían a la Hermandad, incluido el rey actual que es Hermano Protector). Para este cometido, se utilizaba una plantilla de madera que todavía hoy podemos encontrar en la iglesia. Actualmente, como herencia, la Hermandad ha mantenido la vocación de servir a los necesitados, por lo que sirven 250 cenas diarias en su comedor de lunes a sábado.

Utensilios de comedor junto con la plantilla de madera para decidir si el huevo era repartido o noThorun Piñeiro

´Ambulancia´ de la época que era utilizada para transportar hasta el hospital a vagabundos enfermosThorun Piñeiro

Comedor de la Hermandad del Refugio en el mismo edificio que la iglesia de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

La iglesia

Desde el exterior podemos constatar que los materiales de la construcción son muy pobres, concretamente ladrillo y yeso. Además, la parroquia es una de las pocas en España con planta elíptica, y la fachada principal presenta un estilo post-herreriano caracterizado por la depuración ornamental. También tenemos un chapitel ortogonal exterior que se corresponde en el interior con una cúpula encamonada.

Exterior de la iglesia de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

Al pasar al interior, el efecto de lujo, movimiento y colorido es inmediato, pues nos vemos sumergidos en un festín sensorial. En la cúpula podemos observar la Apoteosis de San Antonio, que aparece ascendiendo al cielo rodeado de ángeles en un fresco realizado por Juan Carreño de Miranda que se sitúa encima de una arquitectura fingida a modo de tambor de Francisco Rizi. Se trata de un claro ejemplo de trampantojo, en el que aparecen frontones acaracolados y columnas salomónicas. Enmarcados entre las columnas, diversos santos portugueses miran al cielo desde el primer anillo de la cúpula.

La iglesia también cuenta con una cripta dedicada a San Pedro Poveda, quien había sido miembro de la Hermandad del Refugio. En ella podemos encontrar las tumbas de Berenguela de Castilla –hija Alfonso X el Sabio– y Constanza de Castilla –hija de Fernando IV de Castilla y Constanza de Portugal–.

Interior de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

Información útil

HORARIO DE MISAS

  • Lunes a Sábados: 18:00 h.
  • Domingos y festivos: 12:00 h.
HORARIO DE VISITAS

Visitas a la iglesia
  • Lunes a Viernes: 10:00-14:00 h.
  • Sábados: 10:30-14:00 h.
  • Tarifa: 2,50 €
Visitas guiadas a la iglesia, sacristía, museo y cripta​
  • Lunes a Sábado: 10:30 h, 11:30 h, 12:30 h, 17:00 h y 19:00 h.
  • Tarifa: 6 €
  • Reservas: 915 223 774

San Antonio de Padua

El santo que da nombre a la iglesia, San Antonio de Padua, es lo que se puede llamar ´un santo de fondo de armario´, es decir, que no puedes dejar de incluirlo entre tus favoritos. Se trata de un personaje muy popular, pues son muchos los que se encomiendan a él en materia amorosa –dicen que quienes le rezan encuentran a su media naranja o consiguen salvar su matrimonio– y también para encontrar objetos perdidos. Si eres despistado toma nota, pero has de saber que para que tus plegarias sean escuchadas debes prometerle un donativo, pues las malas lenguas dicen que es muy pesetero.

Entre los frescos de la iglesia de Malasaña podemos encontrar representados varios de sus milagros realizados en los muros curvos de la iglesia por el célebre Luca Giordiano, y aquí nos detendremos en dos de ellos: El milagro de la mula y San Antonio curando la pierna que un joven había perdido al dar una patada a su madre.

Fresco del Milagro de la Mula en la iglesia de San Antonio de los AlemanesThorun Piñeiro

Milagro de San Antonio curando la pierna que un joven había perdido al dar una patada a su madreThorun Piñeiro

El primero ilustra uno de los momentos más entrañables de la vida del santo, ya que se trata de un milagro en el que probó la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Todo sucedió un día en el que el pobre franciscano trataba sin descanso de argumentar la presencia de Dios en la hostia consagrada ante un hombre pecador. El oyente, que no daba crédito, solicitó a San Antonio un milagro, y le propuso dejar a su mula encerrada en un establo durante 3 días sin alimento. Si después de liberarla el animal se postraba ante la custodia en lugar de ir directamente al forraje, el incrédulo hombre se convertiría. San Antonio aceptó y así se hizo. Pasaron los tres días y el hombre llevó a la mula hasta la plaza del pueblo. A la vista de todos los congregados, la mula se postró en adoración ante la Eucaristía, demostrando así la veracidad de la fe católica.

El segundo milagro tiene como protagonista a un joven que en un arrebato de ira había pateado a su propia madre. Al confesarle su culpa a San Antonio, el franciscano le dijo que más bien le valía entrar sin una pierna en el Reino de los Cielos que perecer por causa de ella. Habiendo malinterpretado sus palabras, el joven se fue y se cortó la extremidad. Al enterarse, San Antonio pidió a Dios que obrara un milagro y le restableció la pierna.

Para más información sobre la iglesia de San Antonio de los Alemanes o la Hermandad del Refugio consulta https://realhermandaddelrefugio.org/