El famoso restaurador, Lucio BlázquezAlfonso Úcar

Gastronomía

90 años de Lucio, más de media vida dedicada a uno de los templos gastronómicos de Madrid

Uno de los restaurantes más conocidos de la capital, no solo por su gastronomía sino también por los comensales que degustan sus famosos huevos estrellados: su reunión más emblemática la protagonizaron los cuatro expresidentes del Gobierno y el Rey Juan Carlos

Lucio Blázquez es historia de España y de Madrid. Un hombre que nació en Serranillos (Ávila) el 12 de febrero de 1933 y que con tan solo 12 años llegó con su padre a Madrid y se puso a trabajar en el Mesón del Segoviano, con doña Petra, la propietaria que le trataba como si fuese su propio hijo. Los años fueron pasando y la señora viendo que el joven Lucio se desvivía por el negocio se lo vendió, el antiguo Mesón pasó a llamarse Casa Lucio. Por este icónico lugar han pasado actores de prestigio nacional e internacional, cantantes e incluso los dos Reyes de España. El encuentro más especial fue el que mantuvieron los cuatro expresidentes del Gobierno y el monarca Juan Carlos I.

El restaurante abrió sus puertas en noviembre de 1974, tras dos años de reforma y adecuación del edificio. El éxito es tal que han abierto otros dos restaurantes más, la Taberna de los huevos de Lucio, justo en frente, y El Landó, en la plaza de Gabriel Miró. La idea de la taberna era que tuviese una imagen más informal, pero tras la pandemia se ha convertido en un restaurante.

En la actualidad, el propio Lucio a sus 90 años sigue al frente, coordinando y gestionando al igual que en sus inicios. Además, cuenta con la ayuda de sus tres hijos: María, Fernando y Javier que también están al mando del negocio con la misma ilusión y fuerza que su padre. A Lucio le llena de orgullo que sus hijos estén con él porque son «maravillosos». El secreto de este negocio familiar es el don de gentes: «Mi padre fue un relaciones públicas, venía gente de México y se iba con ellos a tomarse copas a los mejores lugares de Madrid», nos explica María Blázquez, su hija.

Su plato estrella son los huevos estrellados, un plato típico de la capital y del que fue pionero. Este plato «simple, pero muy rico» surge porque en casa del propio Lucio se hacían y además, él mismo cuenta que alguna vez algún huevo se rompía y los tenían que tomar así. «Entonces, de hacerlos una y otra vez, se fueron perfeccionando y se fueron haciendo un nombre dentro» del mundillo.

María nos explica cual es el secreto para preparar este plato estrella. «Mi padre deja entrar en la cocina a todo el mundo. El secreto es tener buenas materias primas, cocinar con cariño, tenemos una patata gallega buenísima, huevos de Ávila maravillosos y un aceite muy bueno que lo cambiamos muy rápido».

Asimismo, subraya una cosa importantísima, y es que «cuando su padre empezó a hacer este plato, la gente no solía en aquella época tomar huevos fritos ni patatas. De hecho, cuando ponían algún plato con patatas, las ponían suflé. Pero mi padre insistió e insistió y le acabó gustando a todo el mundo». Lucio nos explica que «se ha dedicado toda su vida a la cocina y que ha sido un defensor nato de España por el mundo entero porque es un país maravilloso donde se come muy bien».

María Blázquez, hija del reconocido restaurador, LucioAlfonso Úcar

Lucio es Madrid

Este templo de la gastronomía es un fiel reflejo de la evolución de Madrid. «La clientela que tenía mi padre, que siempre ha sido la mejor, la de ahora también es muy especial, pues cuando él empezó eran estudiantes en ese momento y después han sido algunos presidentes del Gobierno, dueños de las empresas más importantes de España y esos han sido sus clientes», explica Blázquez a El Debate.

María también nos habla de la clientela actual: «Ahora seguimos teniendo unos clientes muy fieles a los que les llevamos la comida a casa cuando nos la piden, también tenemos gente joven y quienes cogen su coche y se acercan a Madrid» para probar los míticos huevos estrellados. Añade que el tema de Madrid ZBE (bajas emisiones) les ha afectado un poco por la reducción de vehículos.

Uno de los comedores de Casa LucioManuel M. García

Un detalle muy entrañable que cuenta María es el cliente generacional: «Ahora viene los hijos y nietos de la clientela de mi padre, es una evolución porque vienen las terceras y cuartas generaciones».

Otra prueba que refleja esa sintonía entre la capital y Casa Lucio es la cena que mantuvieron los cuatro expresidentes del Gobierno, Mariano Rajoy, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, junto con el Rey Juan Carlos I. El jefe de sala recuerda aquel día como un «momento muy especial». Un detalle muy cuidado es que la mesa estuvo presidida por el Monarca y a su derecha se sentaron los líderes del PP, mientras que a la izquierda estaban los del PSOE, un momento único con detalles muy cuidados.

Imagen de los cuatro expresidentes del Gobierno y el Rey Juan Carlos IAlfonso Úcar

El secreto mejor guardado, la juventud

La clave para resistir a lo largo de casi cincuenta años es «trabajar, ser constante y no engañar a nadie. Es fundamental comprar lo mejor que haya en el mercado y, luego, creo que mi padre ha sido un relaciones públicas importantísimo. Imagínate que haces un viaje de no se cuántos mil kilómetros, te vas a comer a un sitio y te llevan a los mejores lugares de la ciudad de Nueva York. Allí tú te quedas con la boca abierta y te acuerdas perfectamente. Pues él ha sido siempre así», comenta su hija.

El mejor consejo que les ha dado 'papa' Lucio es que cuiden y atiendan muy bien a los clientes. «Cuando a veces nos quedamos en casa nos dice '¡Qué vergüenza! ¿Así se levanta un país?'» Lucio tiene una filosofía de esfuerzo, trabajo y sacrificio que ha trasmitido a la perfección a sus hijos y a toda la Casa Lucio. «Él dice que nunca os pueden bajar la cara por la calle a ninguno».

Placas que homenajean el recorrido de LucioManuel M. García

De Jane Fonda a George Clooney

Por Casa Lucio han pasado celebridades de todo el mundo que han sorprendido a toda la familia. La hija de Henry Fonda, Jane, les hizo mucha ilusión en su día conocer. También les ha impresionado Sandro Pertini, el que fue primer ministro italiano, por su bondad, y el presidente americano, Clinton, también se pasó por el restaurante para probar los clásicos huevos estrellados. Recuerdan el paso del Rey Juan Carlos I, quien era un cliente asiduo, como «un cielo de persona que siempre disfrutaba muchísimo».

La casa recuerda una anécdota con el actor George Clooney. «Él vino a cenar una noche y se lo pasó bomba. Al día siguiente nos contaron que fue a otro sitio más moderno, y entonces cuando llegó dijo que quería volver a Casa Lucio. Nos llamaron corriendo para ver si teníamos sitio y le hicimos un huequito», nos relata María Blázquez.

Casa Lucio es un templo de la gastronomía mundial, reflejo de la historia de Madrid. Su atento servicio y sus platos castizos hacen de este lugar único en el mundo. A punto de cumplir cincuenta años, su filosofía es clave para un negocio: esfuerzo, sacrificio y mucho trabajo.