¿Cuántas ciudades se llaman Madrid en el mundo?
Madrid trasciende sus propias fronteras: decenas de ciudades a lo largo del globo llevan el nombre de nuestra capital
Hay quien dice de Madrid que es una ciudad universal. Y lo cierto es que lo es en su sentido más literal: Estados Unidos, México, Colombia, Filipinas y hasta el remoto Uzbekistán son algunos de los países dónde los madrileños forman parte del paisaje local.
Sí, Madrid hay más que uno: existen al menos 30 ciudades repartidas a lo largo del globo que llevan el nombre de nuestra capital, dejando una impronta imborrable del legado hispano. Tanto es así que, en 2017, Telemadrid lanzó Madrid de Sol a Sol, una serie de documentales que recorrían las calles madrileñas de los lugares más remotos del mundo.
Estados Unidos
En Estados Unidos hay nueve ciudades que se llaman Madrid, en los estados de Alabama, Colorado, Iowa, Kentucky, Maine, Nebraska, Nuevo México, Nueva York y Virginia.
En Iowa, por ejemplo, Madrid fue en sus orígenes una pequeña comunidad que creció gracias a la industria minera de carbón durante el invierno y a la agricultura durante el verano. Hoy es una tranquila ciudad de poco más de 3 kilómetros cuadrados en la que habitan unas 2.500 personas y cerca de 700 familias.
Aunque hasta allí no llegue el metro, desde finales del s.XIX los madrileños del condado de Perkins, en Nebraska, pueden tomar el ferrocarril. Fue tras su llegada cuando esta pequeña ciudad comenzó a urbanizarse. Hoy viven allí unas 240 personas y poco más de 60 familias.
A modo de curiosidad, esta ciudad dio nombre al libro Madrid, Nebraska (Ed. Bartleby, 2014), una obra que rinde homenaje los grandes contadores de historias estadounidenses que, como Melville o Richard Ford, dejaron huella en muchos cuentistas españoles.
En el corazón de Nuevo México, en el condado de Santa Fe, Madrid es hoy una pequeña comunidad de artistas. Situado en un estrecho cañón entre las Montañas Ortiz, la ciudad fue un histórico pueblo minero de carbón antes de convertirse en un pueblo fantasma. Hoy se ha revitalizado y aunque tan sólo cuenta con unos 200 habitantes, hay más de 40 tiendas y galerías de arte, restaurantes, un spa y un museo.
México
¿Quién dijo que Madrid está lejos del mar? A menos de una hora en coche de la costa del Pacífico, Madrid es una de las ciudades más importantes del municipio mexicano de Tecomán, en el estado oriental de Colima.
La ciudad fue fundada con el nombre de La Madrid sobre las ruinas de una antigua hacienda. De ella provenía una de las familias más poderosas de la región y allí se asentaron antes de mudarse a la capital homónima del estado. De aquella hacienda solo quedan unas cuantas ruinas y acueductos, pero en Madrid todavía viven más de 3.200 personas.
Esta ciudad verde y rodeada de montañas es conocida por sus producción de frutas como el limón, la papaya, el mango, el guanábano o el tamarindo. Desde Madrid se puede llegar andando hasta Comala, el lugar donde Joaquín Sabina comprendió que «al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver».
Filipinas
En la provincia de Surigao del Sur, en Filipinas, habitan nada menos que 16.000 madrileños, de los cuales más del 85% son católicos. La historia de esta ciudad se gestó a las orillas del río Caracan, que durante un tiempo proporcionó abundantes alimentos a sus primeros pobladores.
Con el paso del tiempo y gracias a un arduo trabajo para hacerla habitable, aquella comunidad rivereña creció y la localidad fue bautizada con el nombre de «Linibunan», que en lenguas bisayas significa «tierra baja cubierta de aguas».
El cristianismo llegó por primera vez a esta región en 1598, cuando un barco portugués al mando del capitán Francisco de Castro se adentró accidentalmente en la costa este de Mindanao. Poco después se instalaría la primera comunidad permanente de jesuitas.
Pero no fue hasta principios del s. XX cuando la ciudad pasó a llamarse Madrid gracias al Padre Paulino García, sacerdote de Cantilán y español de nacionalidad, que quiso homenajear a la ciudad capital de España. Esta denominación fue reconocida oficialmente en 1953.
Colombia
El departamento colombiano de Cundinamarca alberga una de las mayores comunidades de madrileños del mundo, a poco más de 20 kilómetros de Bogotá. Con más de 135.000 habitantes, Madrid es el octavo municipio más poblado del departamento y el principal municipio floricultor del país.
La historia de Madrid se remonta a tiempos precolombinos. De hecho, en 2003 se encontraron bajo tierra restos humanos, animales y cerámicas con más de 2.300 años de antigüedad. Tras la llegada de los españoles en 1559, aquel asentamiento del pueblo muisca fue bautizado como Serrezuela, dada su ubicación próxima a la sierra.
Ya durante el siglo XIX, Serrezuela fue el escenario de numerosas batallas revolucionarias. Y fue en este siglo cuando pasó a llamarse Madrid en honor a Pedro Fernández Madrid, político y escritor e hijo de José Fernández Madrid, uno de los padres de la independencia colombiana. El afecto de Pedro por Serrezuela, lugar al que se retiró en 1864, llevó a sus habitantes a honrarlo con el nombre de la ciudad.
La historia de Madrid está vinculada con el mundo de la aviación. En 1928, Charles Lindbergh, que un año antes se había convertido en el primer piloto en cruzar el Atlántico de oeste a este, aterrizó su avión en la ciudad, cuyo aeródromo era uno de los más importantes en América Latina.
En 2008, un avión Boeing 747 que transportaba una carga de flores se estrelló en la Hacienda Casablanca de la ciudad poco después de despegar, impactando en una vivienda y causando la muerte de sus dos habitantes.
Uzbekistán
La ciudad de Samarcanda, en Uzbekistán, no sólo es importante por haber sido una de las grandes capitales de la Ruta de la Seda. También porque en sus entrañas se esconde un barrio llamado Motrid (adaptación de Madrid en lengua uzbeca), que en sus mejores tiempos fue incluso una ciudad.
Motrid recibió su nombre en honor al madrileño Ruy González de Clavijo, embajador del rey castellano Enrique III, que se presentó ante la corte del sultán Temür en 1404. Al embajador se le había encomendado la misión de viajar hasta Samarcanda para crear un frente común contra el Imperio otomano.
Fruto de sus viajes, González de Clavijo escribió Embajada a Tamorlán, un fascinante relato de viajes equiparable al Libro de las Maravillas del italiano Marco Polo, y probablemente influido por libros de viajes de esta naturaleza.
González de Clavijo murió en la Plaza de la Paja de nuestro Madrid en 1412, en el mismo barrio en que había nacido. A día de hoy tiene una calle con su nombre cerca del Río Manzanares, y una placa conmemorativa en Costanilla de San Andrés, 6.