La nueva Puerta del Sol retrasa su estreno dos semanas

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado este lunes que la «versión definitiva» de la Puerta del Sol estará lista en unos 10 o 12 días, a falta de la nueva entrada de la estación de Cercanías y la lámina de agua que estará a los pies de la base de la escultura ecuestre de Carlos III. La actualización de los planes del Ayuntamiento evidencia una demora respecto a su último plazo establecido el 21 de febrero, donde comunicaron que estaría lista para este 3 de abril, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa.

A pesar de la postergación del fin de las obras, ha resaltado con sus declaraciones en la Base del Samur de Legazpi el hecho de que los madrileños «van a disfrutar de las procesiones de Semana Santa en este espacio». De este modo, se ha dado a conocer que los pasos que tradicionalmente recorren la Puerta del Sol, como la de Los Gitanos el miércoles Santo o la de Jesús de Medinaceli el Viernes Santo, podrán continuar con su proceder habitual.

Además, el Alcalde ha señalado que, pasado este tiempo, los ciudadanos podrán disfrutar «del eje central de poder ir andando desde la Casa de Campo hasta el Museo Thyssen sin atravesar un solo semáforo». De esta manera recordaba uno de los objetivos que impulsaron los trabajos en la zona: hacer peatonales todas las calles que rodean la Puerta del Sol.

Por otra parte ha subrayado que el nuevo diseño que luce la placa del kilómetro cero, la rosa de los vientos, estará libre de obstáculos en «apenas 2, 3 días» y se podrá contemplar de cerca su aspecto final.

La nueva Puerta del Sol

Cabe recordar que en el transcurso de las obras se encontraron restos arqueológicos entre las calles preciados y Carmen, hecho que produjo una demora en el progreso previsto. Después de analizarlos se determinó que estos muros, cimientos de edificios de siglos anteriores, no tenían especial valor. Para poder continuar con los trabajos en la zona que tuvieron que recibir el permiso de la Comisión Local de Patrimonio.

El proyecto de remodelación de la Puerta del Sol, con una inversión de 10,7 millones de euros, introduce un planteamiento diáfano y ordenado de este espacio, concebido a la vez como lugar de paso y de encuentro. Para ello se han dispuesto líneas de bancos en su parte norte, que se interrumpen en su intersección con las calles que desembocan en la plaza. Algunos adornos esenciales de esta plaza han sido reubicados como la escultura del Oso y el Madroño, en el extremo de la Calle Alcalá, alineada con los bancos anteriormente mencionados.