La cámara acorazada del Instituto Cervantes de Madrid que custodia el tesoro cultural de España

Madrid

La cámara acorazada del Instituto Cervantes de Madrid que custodia el tesoro cultural de España

La cámara contiene 1767 cajas que guardan el legado de diversos artistas de la cultura hispánica y cada una tiene una fecha de apertura fijada por los dueños

Al escritor argentino Adolfo Bioy Casares le gustaba decir que «uno es indudablemente más rico después de la lectura». En 2007, el Instituto Cervantes pareció tomarse al pie de la letra las palabras del galardonado con el premio que hace honor a su nombre, pues tomó como emplazamiento madrileño la antigua sede del Banco Español del Río de la Plata, que a principios del siglo XX presidía la calle Alcalá y que ahora alberga en su cámara acorazada un tesoro muy distinto del original, pues en lugar de lingotes ahora encierra los secretos y el legado de diversos escritores y artistas de la cultura hispánica.

Sede principal del Institut Cervantes en la Calle de Alcalá de Madrid

Las fechas en las que se revelarán los secretos

No estamos hablando de la Cámara de los Secretos de la saga de Harry Potter, sin embargo, un halo de misterio envuelve este lugar que hace de cápsula del tiempo entre el pasado y el futuro. Hombres y mujeres que consagraron sus vidas a la literatura, al cine, al teatro o a la danza, esconden aquí sus manuscritos, joyas, objetos de valor sentimental e incluso cartas de amor nunca entregadas. Pero además, es que según los planos originales del banco, estos sótanos cobijan no una, sino dos cámaras acorazadas, pero la segunda jamás se ha podido localizar.

Las casi 1.800 cajas –que son exactamente 1767– están repartidas en las dos plantas del sótano, y contienen, en palabras de César Antonio Molina, Ministro de Cultura entre 2007 y 2009, la «riqueza cultural de España». Cada uno de los depósitos de estas cajas metálicas está cerrado con llave y tiene como fecha de apertura la que eligieran los donantes, por lo que algunos secretos ya han salido a la luz y otros permanecerán siglos sin ser destapados.

Visita la Caja de las Letras

La visita de la Caja de las Letras está disponible al público general en fechas señaladas, como La Semana de la Arquitectura o la festividad del 12 de octubre.

​También se puede hacer una visita virtual a través de su sede.

Los legados más curiosos

Son muchos los literatos y artistas que participan en este juego de la Caja de las Letras, la mayoría de ellos en vida, aunque algunos de ellos lo hacen a título póstumo de la mano de sus familiares. Sus legados están bien protegidos tras el portón inexpugnable circular de la cámara acorazada.

Alicia Alonso: la fundadora del Ballet Nacional de Cuba fue la primera personalidad hispanoamericana en depositar su legado en la Caja de las Letras en el año 2008. Dejó un manuscrito y algunos objetos relacionados con su profesión como sus antiguas zapatillas de ballet. La apertura se producirá en el año 2028.

Antonio Buero Vallejo: un legado a título póstumo fue el del escritor de Historia de una escalera. De él se guarda una carta, una primera edición de El arte poética de Aristóteles, una pipa y un bolígrafo.

Francisco Ayala: este escritor fue el primero de todos en dejar su legado. Lo hizo a la edad de 100 años y dejó un secreto en la caja 1032, cuya fecha de apertura se fijó para el año 2057.

La viuda y el hijo de Buero Vallejo (en el centro) dejaron el legado del escritor en la Caja de las Letras

Gabriel García Márquez: otro legado In Memoriam fue el de este Premio Nobel de Literatura colombiano que decía que nunca releía sus libros porque «le daba miedo». Como representación vino a Madrid la Ministra de Cultura de Colombia, que guardó en la caja 1483 un poco de la tierra de la casa de Aracataca en donde nació el escritor. En este caso no se fijó una fecha de apertura, por lo que la caja permanecerá cerrada eternamente.

Jorge Edwards: legó una carta de amor que nunca llegó a entregar a la destinataria. Descubriremos a quién iba dirigida en 2035.

Miguel Hernández: también a título póstumo, ocupa la caja 1567. En ella se guarda una primera edición de su poemario Perito en Lunas.

Rafael Cadenas: el poeta y profesor venezolano legó su máquina de escribir así como sus gafas y el borrador del discurso del Premio Cervantes.

Víctor Ullate: el legado destaca por ser uno de los que más tiempo permanecerán encerrados en la caja, pues solo en 2161 saldrá a la luz lo que esconde el depósito de el bailarín y coreógrafo.

Otras cajas destacadas son las de Manuel Machado, Ana María Matute, Luis Rosales, Rubén Darío o Núria Espert.

Un inglés entre personalidades de la cultura hispánica

Aunque la cámara está pensada sobre todo para homenajear a las personalidades españolas e hispanoamericanas del panorama cultural, algunos nombres extranjeros se han ganado un puesto en la Caja de las Letras. Uno de ellos es el inglés John Elliot, historiador e hispanista británico que que en 2017 dejó en su caja fuerte un reloj suizo que se compró a los dieciséis años tras escribir su primer libro. Lo depositó en la caja 1492 como homenaje al descubrimiento de América. La caja será abierta en 2037.

El historiador e hispanista británico John Elliot dejó en 2017 su legado en la caja 1492

Ciencias y letras se dan la mano

Esta cámara acorazada del sótano del Instituto Cervantes también se erige como un lugar en el que ciencias y letras se dan la mano. El último de los nombres que ha entrado a formar parte en la Caja de las Letras es el del ingeniero e inventor español Leonardo Torres Quevedo, del que se ha depositado el 5 de mayo de 2023 un documento que le reconoce como el precursor del control remoto con la creación, en 1901, del telekino. Además fue miembro de la Academia de las Ciencias Exactas , Físicas y Naturales de Madrid (de la que fue presidente en 1901) y de la Real Academia Española.

Leonardo Torres Quevedo fue el precursor del control remoto con la creación, en 1901, del telekino

La ciencia y las humanidades van de la mano si lo que queremos es que la cultura esté al servicio de los seres humanos y del compromiso con el futuroLuis Gracia MonteroDirector del Instituto Cervantes

En el acto de depósito del texto que acreditaba los trabajos de Torres Quevedo, el director del Instituto Cervantes, Luis Gracia Montero, quiso resaltar la importancia de la complementariedad de las ciencias y las letras, afirmando que «La ciencia y las humanidades van de la mano si lo que queremos es que la cultura esté al servicio de los seres humanos y del compromiso con el futuro.» Por eso, la Cámara de las Letras también tiene grabados en sus cajas otros nombres como el de Margarita Salas, bióloga molecular que guardó en 2008 su primer cuaderno de protocolo de cuando era discípula del Premio Nobel Severo Ochoa, que también tiene su correspondiente caja. Además, también sobresalen otros nombres como el de Ramón y Cajal o el de María Vallet-Regí.