El Teatro Barceló, primero cine y ahora discoteca, icono de la modernidad y la Movida madrileña
Obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto, autor de los principales edificios de estilo moderno de la capital, ha sido declarado Bien de Interés Cultural
El Teatro Barceló fue construido en 1930 a partir del trazado del arquitecto Luis Gutiérrez Soto (1900-1977). Situado en el barrio de Justicia, es uno de los ejemplos de racionalismo arquitectónico, o movimiento moderno, en la ciudad de Madrid. Este miércoles ha sido declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, según ha informado la Comunidad de Madrid en un comunicado. Este edificio histórico que fue concebido como cine, en los años 70 fue un teatro y desde 1980 ha sido utilizado como discoteca.
La vida de sus obras
Gutiérrez Soto nació a la vez que el siglo XX y «fue un hombre que vivió e momento ton intensidad, por lo que su arquitectura siempre se acoplaba a las circunstancias del tiempo y de la moda», según destaca Carlos de San Antonio Gómez, arquitecto que ha estudiado su obra. Por este motivo muestra una gran atención a las nuevas necesidades de la época en los proyectos realizados en su juventud, entre 1926-1939, que fueron de mayor calidad y estilo racionalista.
Durante este primer periodo diseñó el cine Barceló, pero también otros espacios vinculados al ocio, como el cine Europa, el conocido bar Chicote, el María Cristina , el Aquarium y la piscina La Isla. Con una función privada, concibió los edificios de las calles Espronceda, Miguel Ángel y Almagro, entre otros.
Gutiérrez Soto revolucionó el modelo de vivienda, tanto en estructura como en la apariencia exterior. Cambió el balcón por la terraza jardín y, este nuevo espacio práctico, a su vez conformaba un volumen nuevo en la fachada. Estos proyectos fueron coetáneos a la Casa de las Flores de Secundino Zuazo levantado en 1931 en Chamberí.
La modernidad en el Barceló
Gutiérrez Soto ha sido reconocido como el máximo representante de la arquitectura española de la primera mitad del siglo XX y, sobre todo, de la arquitectura madrileña. En sus proyectos como el cine Barceló se pueden observar varias influencias posibles desde el art decó o el racionalismo.
El estilo racionalista se define a través de la intención de una generación de arquitectos que, en el plano internacional durante el período de entreguerras, quisieron introducir a la sociedad en la modernidad a través de su arte. Para ello emplearon nuevos materiales como el hormigón armado y, a su vez, diseños novedosos. A pesar de que Gutiérrez Soto es uno de los máximos representantes de este movimiento, conformó su propio estilo demostrando gran libertad creativa.
En el cine Barceló, que empezó a denominarse Teatro Barceló en 2013, puede observarse su gusto por los edificios en esquina, con influencia naval, ventanas corridas y terrazas planas con barandillas de tubo.
Durante la Movida
El cine Barceló fue convertido en discoteca de la marca Pachá en 1980 se convirtió en uno de los locales más famosos de la Movida madrileña. Para ello fue sometido a una reforma integral en su interior, encargada al arquitecto Jordi Goula.
El local estuvo frecuentado por grandes personalidades del plano internacional: artistas como Andy Warhol, músicos como Prince o The Rolling Stones y miembros de la realeza extranjera. También por los personajes más destacados de la cultura, sociedad, política o la música española. Desde entonces continúa siendo una sala de fiestas aunque se mantiene la fachada de Gutiérrez Soto y algunos elementos fundamentales de su estructura original en el interior.