El argentino que explica cómo Sánchez está haciendo lo que hundió a su país

Juan Manuel Silva vino a España desde Argentina hace 4 años, cuando Pedro Sánchez acababa de llegar al poder. Este fin de semana, Silva, participó en el acto de campaña del Partido Popular con Isabel Díaz Ayuso en Leganés y allí contó cómo vio la evolución del Gobierno de Sánchez a lo largo de los últimos años.

«Los argentinos hemos logrado algo impensado, ni Elon Musk lo ha podido conseguir, hemos creado la máquina del tiempo», arrancó Silva. «Mi familia y yo llegamos hace cuatro años a Madrid escapando de la trampa del populismo que hipoteca nuestro futuro vendiéndonos un presente que no existe». Cuando Pedro Sánchez llevaba un año el Gobierno, Silva confiesa que empezó a darse cuenta de que la situación que él y los suyos estaban viviendo en España ya la habían vivido en Argentina.

En este sentido se refirió a algunas ejemplos concretos. Por un lado, el relato que ha empleado el Ejecutivo liderado por Sánchez desde que llegó al poder. «La creación de un relato en el cual factores externos, malignos, atentan contra la buena voluntad de un gran Gobierno que persigue el progreso de las personas; progreso que nunca llega, sólo para los populistas». Además criticó los continuos ataques a los medios o a la Justicia por parte del Ejecutivo.

Las empresas, el impulso de la economía

Juan Manuel Silva es emprendedor y está poniendo en marcha distintos negocios en la Comunidad de Madrid, y durante su discurso también habló de economía. Tomó la palabra para explicar cómo Sánchez está haciendo lo que en su día hizo el Gobierno argentino y terminó hundiendo a su país natal.

Por un lado, Silva se refirió a las ayudas que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez, como el salario mínimo vital. Ya que, para el empresario, con este tipo de medidas, además de conseguir votos, tienen un trasfondo «más perverso aún», porque condiciona a las personas a elegir entre trabajar o cobrar una ayuda.

Para Silva, la forma de activar la economía es «que las empresas inviertan y produzcan, las personas trabajen para lograr sus sueños y el Estado garantice las reglas del juego para que eso suceda». «Esta debacle económica inflacionaria y cultural, no quiero ser dramático, pero luego se traslada a las calles con desesperación, violencia y delincuencia».