Estatua en honor a Alfonso XII

¿Cuál es el secreto oculto bajo la estatua de Alfonso XII en Madrid?

La estatua se remonta a 1897, cuando las Cortes le propusieron a la Reina crear un monumento dedicado a su marido

Ubicada en pleno Parque de El Retiro se encuentra una de las estatuas más significativas de la capital que rinde homenaje al Rey Alfonso XII. Este espacio visible a todo el mundo es de los lugares menos conocidos por los madrileños debido a que ha estado cerrado durante más de 30 años y que solo abre durante un corto periodo de tiempo. El Ayuntamiento de Madrid durante 2017 llevó a cabo unas obras de restauración para poner a punto este lugar, ¿pero cual es el secreto que esconde?

La estatua de Alfonso XII alberga en su interior nada más y nada menos que un mirador secreto. Tras unos veinte metros de subida por una escalera se entra dentro de la torre y se accede a un espacio acristalado que te permite disfrutar de una magnífica vista de 360 grados.

En un primer vistazo se puede ver el estanque, los caminos y el paisaje de El Retiro. Además, se puede observar el skyline madrileño, las elegantes siluetas del barrio de Salamanca y de Los Jerónimos, los tradicionales tejados y torres del Madrid de Las Letras, el edificio de Telefónica....

Vistas desde el mirador de la estatua de Alfonso XII

A los pies de la torre, se encuentra el conjunto monumental dedicado a Alfonso XII, que también está restaurando. La estatua se remonta a 1897, cuando las Cortes le propusieron a la Reina María Cristina crear un monumento dedicado a su marido.

En 1902 se colocó la primera piedra y se inauguró 20 años más tarde en 1922. El proyecto fue obra del arquitecto barcelonés José Grases Riera. El conjunto está formado por una doble columnata jónica en hemiciclo en cuyo friso aparecen esculpidos los escudos de las cuarenta y nueve provincias españolas.

Interior del mirador escondido de El Retiro

Estatua del Ángel Caído

Otra de las estatuas icónicas es la del Ángel Caído, ubicada en la glorieta del mismo nombre que atraviesa el paseo del Duque de Fernán Núñez, precursor de la iniciativa de colocar la estatua en dicho lugar. Su escultor fue Ricardo Bellver quien terminó su trabajó en 1877.

El monumento tiene unas dimensiones de siete metros de largo, diez metros de ancho y 2,65 metros de alto. Y por desgracia, esta escultura no esconde un mirador en su interior como su hermana.

Cuenta la leyenda madrileña que este es el único monumento del mundo dedicado al Ángel Caído, al diablo, pero esto no es así, pues en la ciudad de Turín también hay un monumento dedicado a Lucifer llamado Monumento al Traforo de Frejus.