Este es el cambio en el Metro de Madrid que confunde a todo el mundo

Metro de Madrid ha sufrido cambios a lo largo de sus 104 años de historia, algunos más radicales que otros, pero a fin de cuentas han servido para mejorar y convertirlo en uno de los mejores transportes del mundo, situándolo en el top cinco suburbanos en el ámbito internacional. De todas formas, en los últimos días los viajeros de Metro han notado una anomalía que les confunde ya que con la llegada de la pandemia se modificó su proceder.

Muchas personas pensarán que es el cambio de normativa en cuanto al uso de la mascarilla, pero no es así. Además, esta noticia llegó a todos los usuarios desde hace más de un mes y ya este complemento se usa solo en hospitales.

Podría tratarse de los asientos verdes que se implantaron durante un periodo corto de tiempo para comprobar y analizar el comportamiento de los viajeros del suburbano, pero tampoco es.

O la reciente reforma de la línea 1, que prevé cortes entre Sol y Valdecarros, y mejorará el recorrido con la eliminación del balasto y mejorará técnicamente el servicio. Pese a este gran cambio no es uno que confunda a todo el mundo.

Esta ligera anomalía ha significado el fin de la pandemia en el suburbano, además del anuncio por parte de la OMS. En concreto, se trata de la apertura de las puertas que ya no lo hacen solas. A partir de ahora los viajeros tendrán que pulsar el típico botón que acciona la apertura de las puertas.

¿Por que se procede de esta manera?

Muchos usuarios ya se han quejado de este cambio en las redes sociales, mientras que otros todavía no se han percatado y siguen pensando que será cosa de un tren. Pero la cuestión en la que coinciden es: ¿a qué se debe este cambio?.

Con la llegada de la pandemia y evitar el riesgo de contactos se activó un nuevo protocolo que dictaminaba que todas las puertas se deberían abrir de forma automática.

Con la llegada del fin de la pandemia se ha vuelto a su antiguo proceder. Desde Metro de Madrid han explicado que el motivo principal es que así es más fácil mantener la temperatura de los vagones y no se produce un exceso de gasto energético.

Asimismo, Luis del Barrio, instructor de formación de Metro de Madrid, explicó a El Debate que ahora se volvía a este método para evitar un desgaste mayor en las puertas ya que estar contantemente abriendo-cerrando acaba deteriorando las ruedas dentadas.